¿Qué es la pasivo-agresividad?
La pasivo-agresividad es una forma de comportamiento en la que una persona expresa sus sentimientos negativos de forma indirecta, en lugar de enfrentarse directamente a la persona o situación que le molesta. Esto puede incluir comportamientos como dar indirectas, hacer comentarios sarcásticos, o negarse a cooperar.
¿Por qué es destructivo ser pasivo-agresivo?
La pasivo-agresividad puede ser destructiva para las relaciones y la salud mental de la persona que la practica. Puede provocar conflictos, resentimiento y aislamiento. También puede dificultar el logro de los objetivos personales y profesionales.
Cómo dejar de ser pasivo-agresivo
Si quieres dejar de ser pasivo-agresivo, hay algunas cosas que puedes hacer:
- 1. Acepta que eres pasivo-agresivo.
El primer paso para cambiar es admitir que tienes un problema. Una vez que hayas aceptado que eres pasivo-agresivo, puedes empezar a trabajar para cambiar tu comportamiento.
- 2. Empieza a ser consciente de ti mismo.
Presta atención a tus pensamientos, sentimientos y comportamientos. ¿Cuándo te sientes más pasivo-agresivo? ¿Cuáles son tus desencadenantes? Una vez que seas consciente de tus patrones de comportamiento, puedes empezar a cambiarlos.
- 3. ¿Cuáles son tus desencadenantes?
¿Hay algo específico que te haga sentir pasivo-agresivo? ¿Son ciertas personas, situaciones o eventos? Una vez que sepas lo que te desencadena, puedes empezar a evitarlos o a desarrollar estrategias para afrontarlos.
- 4. Escucha las palabras que dices.
¿Te das cuenta de lo que realmente sale de tu boca? Probablemente no, porque la mayoría de nosotros no lo hacemos. Pero ahora es el momento de escucharte a ti mismo y a las frases que utilizas que son pasivo-agresivas.
- 5. La pasivo-agresividad proviene del interior.
Esto no se debe a otra persona. No se debe a que tu pareja no haga lo que quieres que haga o a que la señora que está detrás de ti en la cola del supermercado esté demasiado cerca. Esto es interno. Lo más probable es que tu pasivo-agresividad se deba a un problema interno al que no te enfrentas.
- 6. La confrontación no es negativa.
Hablando del miedo a la confrontación, aquí estamos. Mucha gente tiene miedo a la confrontación y, aunque es un miedo válido, no hay nada que temer. La confrontación consiste en discutir directamente un problema. Esto no significa que tenga que acabar en una pelea a puñetazos, simplemente significa que se aborda el problema de frente.
- 7. Pregúntate por qué estás enfadado.
¿Qué es lo que te molesta de esta situación específica? Necesitas saberlo si vas a ser directo con tus sentimientos. Ser pasivo-agresivo a veces deja un vacío de incertidumbre en nuestras emociones. En cambio, ser directo demuestra que sabes por qué te sientes de cierta manera y quieres que la situación se resuelva.
- 8. Practica la asertividad con tus emociones.
Si no sabes cómo expresar tus opiniones, cómo comunicarte o cómo ser asertivo, podría ser la razón por la que eres pasivo-agresivo. Tal vez quieras expresar tus sentimientos a tu jefe pero tienes demasiado miedo. No te preocupes. En su lugar, empieza por algo pequeño. Empieza por expresar tus emociones a tus amigos, familiares y colegas. Tómalo día a día hasta que, finalmente, tengas la suficiente confianza para ser asertivo con cualquier persona en tu vida, ¡incluso con tu jefe!
- 9. Date tiempo.
Sabemos que quieres cambiar ahora mismo. Quieres leer este artículo y, entonces, ¡BAM! Eres una nueva persona. Oye, nosotros también queremos eso. Por desgracia, así no funciona la vida. No puedes aprender a dejar de ser pasivo-agresivo de la noche a la mañana. De lo contrario, nadie lucharía contra esto.
- 10. Comparte tus sentimientos y reconoce los suyos.
Por lo general, las personas pasivo-agresivas no expresan sus sentimientos. Hacen comentarios sarcásticos y señalan con el dedo. No puedes seguir haciendo esto si quieres mejorar. Tienes que permitirte abrirte sobre tus sentimientos sí, incluyendo tus sentimientos más difíciles.
- 11. Respalda tu sentimiento con lógica.
Si quieres que las cosas cambien, expresa tus emociones y luego respáldalas con lógica. De esa manera, la otra persona podrá ver de dónde vienes. Por ejemplo, si alguien no limpió su puesto de entrenamiento en el gimnasio, puedes decir: “Ya que todos usamos este equipo, por favor límpialo cuando termines de usarlo”.
- 12. Pon tus necesidades en primer lugar.
Al aprender a dejar de ser pasivo-agresivo, estás trabajando en amarte y respetarte a ti mismo. Con el tiempo, ves que a través del amor y el respeto por ti mismo, sientes una gran importancia para que tu opinión sea escuchada y respetada. La pasivo-agresividad suele ser un problema interno, por lo que hay que mirar hacia dentro. Es difícil, pero a menudo es necesario para mejorar. Es hora de priorizarte a ti mismo y escuchar tus necesidades y deseos si quieres mejorar.
- 13. No tengas miedo de buscar orientación profesional.
Puede que seas capaz de trabajar en tu pasivo-agresividad por tu cuenta. Pero puede haber algunos momentos en los que vayas a luchar con tus emociones. No creas a nadie que diga que sólo debes buscar ayuda profesional cuando algo va mal en ti. En el camino de la mejora, todos necesitamos una mano amiga a veces. En lugar de volver a tus viejas costumbres, sigue adelante y, si es necesario, habla con un terapeuta que te apoye en tu viaje. Te dará los mecanismos de afrontamiento adecuados para lidiar con tus problemas internos en lugar de proyectarlos sobre tus seres queridos.