Admite que eres socialmente incómodo
No pretendas y actúa como si no fueras socialmente incómodo. No, sudar excesivamente cada vez que entras en una habitación no es algo natural. Es hora de que te lo admitas a ti mismo. Pero, por suerte para ti, puedes cambiarlo.
Averigua qué entornos te hacen ser socialmente incómodo
¿Qué entornos desencadenan tu ansiedad social? ¿Grupos grandes de personas? ¿Reuniones pequeñas e íntimas? Necesitas conocer los desencadenantes para saber en qué necesitas trabajar. Así, la próxima vez que estés en una fiesta o evento, podrás ser consciente de tu cuerpo y de tu estado mental.
Nadie se acuerda realmente
De acuerdo, sé que esto suena poco convincente, pero tienes que entender que a nadie le importa realmente lo que tienes que decir. Nadie recuerda esa vez que hiciste un comentario sobre la música de Britney Spears. A menos que seas Obama, la mayoría de la gente asimila la información por un oído y la saca por el otro.
No apuntes al éxito
No intentes apuntar al éxito. En cambio, considéralo como una experiencia de aprendizaje para dejar de ser socialmente incómodo. Esto no va a ser algo único que hagas una vez y luego estés socialmente en sintonía por el resto de tu vida. Esto te llevará mucho tiempo desarrollarlo.
Sal del bucle negativo
Ser socialmente incómodo es algo mental. Crees que vas a meter la pata, decir algo estúpido y la gente te odiará. Lo sé, todo eso. Pero vas a tener que salir de ese bucle negativo porque no te está funcionando. A veces, fingir hasta que lo consigues no es lo peor que puedes hacer.
Escríbelo
No puedes mantener tus sentimientos reprimidos en tu interior… necesitas una salida. Así que escribe tus sentimientos en un diario. Antes de salir puedes escribir cómo te sientes, y cuando vuelvas a casa, escribe cómo te fue, qué pasó, etc. Es una gran manera de reflexionar más tarde sobre tu progreso.
Practica
Sí, sí, sí. Sé que tienes recuerdos traumáticos de tus padres dándote sermones sobre practicar la flauta, pero en serio, tenían razón. Tienes que practicar. Así que pídele a tus amigos que te lleven a fiestas o eventos. La única manera de practicar es salir de verdad.
Recuerda las normas sociales
Si te asustas por no cumplir las normas sociales, ¿qué tal si te las recuerdas? Quiero decir, ¿cuál es la forma correcta de actuar en una fiesta? Por supuesto, hay algunas reglas básicas como no orinar en la alfombra, así que, si te ayuda a reducir tu ansiedad, averigua cuáles son esas reglas. Si sientes que las has roto, simplemente pide disculpas… nadie te va a matar.
Sal de casa
¿Cómo puedes practicar la socialización si no sales de casa? No, jugar a videojuegos en línea no cuenta. Así que tienes que hacerte la promesa de que saldrás a una función al menos una vez a la semana. No me importa dónde vayas, siempre y cuando tengas que socializar.
No es gran cosa si te equivocas
Lo que pasa con ser socialmente incómodo es que te preocupa estropearlo todo, y por eso eres incómodo. Pero escucha, no vas a perder tu trabajo, tu casa o tu mejor amigo. En todo caso, la gente cuestionará lo que acabas de decir y continuará con la conversación. ¡Vivirás!
Concédete margen de error
Mucho margen de error. Por ejemplo, han pasado años y sigo diciendo y haciendo cosas que me hacen sentir vergüenza. Es la vida, no puede ser perfecta. Así que no seas duro contigo mismo y elógiate cuando cuentes un chiste o hagas un amigo. Esos son los momentos en los que debes centrarte.
No tienes que hacerlo todo a la vez
No te presiones pensando que tienes que hacer todo ahora mismo. Trabaja en pequeños pasos, porque es mucho más fácil. Fíjate objetivos a corto plazo cada vez que salgas, y luego constrúyelos poco a poco. No necesitas dominar el arte de la socialización en una sola noche. Si te presionas, fracasarás.
Ríete de ti mismo
Si no te ríes de ti mismo, nunca sabrás cómo dejar de ser socialmente incómodo. Escucha, vas a cometer errores, como contar un chiste fallido o dar una respuesta extraña. Es normal. Pero, en esos momentos, sólo tienes que reírte de ti mismo. Te ayudará a poner las cosas en perspectiva. Ríete y aprende.