¿Por qué ser juguetón ayuda?

Ser juguetón puede ayudar a aliviar la tensión y crear un ambiente más relajado y agradable. Cuando estás jugando, te estás divirtiendo y no estás tan preocupado por causar una buena impresión. Esto puede ayudar a tu cita a sentirse más cómoda y a abrirse más.

Las mejores maneras de ser más juguetón

  • Bromea: Cuéntale a tu cita un chiste o una historia divertida. Esto la hará reír y la ayudará a relajarse.
  • Lleva a tu cita a un lugar divertido: Hay muchos lugares que ofrecen actividades divertidas y emocionantes para parejas. Pueden ir a un parque de atracciones, a un museo o a un concierto. Hacer algo que les requiera interactuar también es una buena idea. Un impulso de endorfinas de una actividad lúdica también es una ventaja.
  • Sonríe siempre: Sonreír sin razón puede mejorar tu estado de ánimo y el de las personas que te rodean. No asustes a tu cita sonriendo sin razón. Dile que estás muy emocionado de estar en una cita con ella.
  • Encuentra algo de lo que burlarte: Algunas personas no están acostumbradas a que se burlen de ellas, pero puede sorprender a tu cita y hacerla reír. Búrlate de algo que definitivamente no la ofenda.
  • Hazla sonrojar: El propósito de este ejercicio es instar a tu cita a mostrar un poco de su lado vulnerable. Además de intentar divertir a tu cita con tus payasadas juguetonas, puedes hacerla sonrojar felicitándola o apreciando algo bueno que haya hecho.
  • ¡Coquetea!: Es tan fácil como decir el nombre de tu cita de una manera sexy. Haz que tu cita se sienta deseada y admirada. Sólo concéntrate en ella y en cada palabra que diga. También puedes deslizar una pequeña broma aquí y allá sobre el posible resultado de tu cita.
  • Sé espontáneo: Planificar todo hasta el último detalle garantiza una mayor probabilidad de éxito. Jugar tu noche de oído puede darte la mejor cita de tu vida o posiblemente la peor. De cualquier manera, hacer cosas divertidas por capricho asegura que tú y tu cita comiencen la noche con una nota feliz.
  • Mantén la conversación ligera: Aleja la conversación de temas como la política, el trabajo y las relaciones. Hablen de viajes, pasatiempos emocionantes, historias divertidas y cosas por el estilo. No estás manipulando la conversación en sí. Sólo te estás centrando en los aspectos más felices de la vida de cada uno.
  • Tócala cuando el ambiente se sienta feliz y agradable: Este consejo puede ser complicado, porque algunas personas se oponen vehementemente a que se invada su espacio personal. Tus opciones son empezar por apoyar su espalda mientras entras en el lugar. Si no se eriza ni te da una bofetada en la cara, estás listo. Pídele que te dé la mano mientras hablas.
  • Hazle una broma linda e inofensiva: Énfasis en la parte inofensiva. No intentes una broma que pueda irritar a una persona. Nunca sabes si captarán la broma o no. Intenta algo seguro. Haz una broma sobre cambiar el lugar de la cita a un lugar extraño como una tienda departamental o un salón de uñas. Dale un calcetín como regalo y luego muéstrale las flores que estabas escondiendo. Internet es un tesoro de bromas lindas como estas.
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Cuándo no ser juguetón

  • Está enferma: Algunas personas no quieren admitir que se sienten un poco mal por cortesía o por un genuino afán de complacer a las personas que las rodean. Pregúntale a tu cita cómo se siente, y si admite que no se siente muy bien, dile que puedes posponer la cita cuando se sienta mejor.
  • Tuvo el peor día en el trabajo: La parte más frustrante de ser un profesional es que el estrés de tu entorno de trabajo puede reflejarse en la forma en que interactúas con las personas fuera del trabajo. Es posible que tu cita no quiera hablar de ello, así que intenta preguntar sobre cosas que no se relacionen con el trabajo en absoluto.
  • Tiene un conflicto personal familiar en su vida: Hay algunas cosas que suceden en nuestras vidas que simplemente no podemos controlar. Si tu cita está pasando por algo realmente difícil, es posible que no esté abierta a unas cuantas risas. Cuando sientas que no quiere hablar de su vida, intenta dirigir la conversación hacia el presente. Habla de la comida, del restaurante o de lo que pasó mientras conducías para recogerla.
  • Simplemente no le gustas: Lo siento, pero sucede. Sabrás que esto es cierto cuando todos tus esfuerzos por iniciar una conversación agradable parezcan fracasar. Podría deberse a tu apariencia física, a tu comportamiento o simplemente a un sentimiento regular de duda. De cualquier manera, te sugiero que termines tu cena, te saltes el postre y ofrezcas cortésmente llevar a tu cita a casa. Si eres lo suficientemente amable al respecto, podrías terminar convirtiéndote en buenos amigos.
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