Escuchar las palabras “quiero divorciarme” de tu cónyuge puede ser desgarrador, incluso si intuías que algo no iba bien. Aunque seas consciente de los problemas matrimoniales, la separación puede parecer la peor de las soluciones.

Es posible que creas que la relación es salvable y estés dispuesto a hacer lo que sea necesario para evitar lo impensable y salvar la unión con un inmediato “No quiero divorciarme”. Sin embargo, debes prepararte para la inevitable respuesta de un cónyuge que siente que el divorcio es la única solución.

Consejos para afrontar la situación

En lugar de reaccionar impulsivamente en un momento en el que ambos os sentís vulnerables y heridos, espera a poder considerar constructivamente las posibles opciones. Es aconsejable tomarse un tiempo y reflexionar profundamente sobre cómo habéis llegado a esta situación.

¿Cuáles han sido las causas de los constantes e intensos intentos de resolver los mismos problemas?

¿Os escuchabais (y oíais) mutuamente cuando se exponían los problemas?

¿O se pasaban por alto las cosas?

¿Eres tú quien debe hacer los cambios?

Probablemente sí, y descubriremos por qué.

10 consejos para cónyuges que no quieren el divorcio

Puede parecer que ser el único que hace los cambios basándose en el “No quiero divorciarme” no es la forma ideal de abordar los problemas en una relación. A menudo, cuando surgen problemas, se considera que ambos miembros de la relación son responsables de que funcione o fracase.

Por desgracia, en esta etapa, en la que te encuentras en una posición desventajosa, es esencial estar dispuesto a mejorar como persona, especialmente si estos cambios van a ser positivos para ti personalmente.

Si nos preguntamos qué pasa si un cónyuge no quiere el divorcio, debemos entender que las parejas que dicen querer el divorcio a veces no están seguras de si ese es realmente el paso que quieren dar.

A veces, los cónyuges están al límite, especialmente si hay adicciones, infidelidades u otras situaciones graves.

Buscar tratamiento o asesoramiento para estos problemas son medidas proactivas que debes tomar, pero reparar los daños puede llevar mucho tiempo, y desarrollar una confianza renovada será difícil, si es que es posible.

Aunque es crucial que hagas estos cambios vitales y te conviertas en una versión saludable de ti mismo, es posible que tengas que aceptar el hecho de que tu pareja no pueda aceptar tu declaración de “No quiero divorciarme”.

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Algunas cosas que puedes intentar si tu cónyuge quiere el divorcio y tú no:

1. Muestra una cara valiente para demostrar que puedes seguir adelante con confianza

Si haces los cambios necesarios, te esfuerzas y sales adelante de forma saludable, tómalo como un logro personal, algo que has hecho para mejorar como persona, un cambio de vida. Si tu cónyuge quiere aceptarte ahora que has superado algunos retos difíciles, es su decisión.

La confianza y autoestima que irradias es una cualidad atractiva para cualquier persona. A menudo, las parejas se sienten atraídas por estos rasgos. Independientemente de que tu cónyuge siga adelante con el divorcio, es esencial que te comprometas primero con la felicidad dentro de ti mismo y luego intentes renovar la confianza y compartir tus logros.

2. Responde a las preguntas e inquietudes que pueda tener tu pareja

Si dices “No quiero divorciarme”, es vital que le hagas saber a tu pareja que harás todo lo que sea necesario para salvar la relación.

Es posible que tengas que soportar innumerables discusiones, responder con paciencia a las preocupaciones y demostrar que escuchas activamente lo que la otra persona tiene que decir y que te importa.

3. No te pongas emocional

Cuando tu cónyuge te comunique que quiere el divorcio, no es el momento de desmoronarte, enfadarte o actuar por impulso.

Si ves que no puedes responder sin reaccionar, es mejor que te excuses hasta que puedas discutir con la mejor versión de ti mismo.

En esta situación, puedes mostrar madurez, explicar por qué crees que el matrimonio es salvable y cómo piensas que se puede conseguir. Tu pareja tomará señales de tu actitud y quizás considere esperar a presentar la demanda hasta que vea que intentas hacer cambios legítimos.

Tu pareja puede hacer esfuerzos para ayudarte, dependiendo de la situación. Quizás al enfrentarse a una situación de adicción. Es esencial rechazar la ayuda y esforzarse por ser independiente con tus retos, no solo por tu relación sino por ti como persona.

4. Respeta la situación, a la persona y a ti mismo

No hay lugar para la falta de respeto en la situación ni hacia tu cónyuge cuando quiere el divorcio y tú no. Amas a esta persona y le has dicho en términos claros “No quiero divorciarme”, por lo que ser vengativo o grosero está fuera de lugar.

Además, mantén un sentido de decoro y respeto por ti mismo.

Aunque tengas que trabajar en ti mismo, eso no significa que la otra persona esté libre de problemas. Simplemente eres el que no quiere rendirse tan rápido.

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5. No participes en discusiones

Si ves que una discusión está a punto de empezar, puede que tengas que alejarte de la conversación. Si tu cónyuge te acusa de huir de las conversaciones profundas, es vital que mantengas tu postura.

Explícale de forma civilizada que no participarás en una discusión, pero que parece que las conversaciones tienden a llevar a eso. Cuando tu pareja pueda mantener un tono amable en la conversación, te quedarás y discutirás cualquier tema que se presente.

6. Busca ayuda

Cuando le digas a tu cónyuge “No quiero divorciarme”, acércate con la idea de ir a terapia de pareja, quizás viendo a un terapeuta matrimonial para que te dé métodos para detener un divorcio que no quieres.

No todo el mundo está dispuesto a ir a terapia, pero quizás esté dispuesto a leer libros de autoayuda en los que podáis seguir algunas pautas juntos o incluso diarios de automejora. Como mínimo, esto iniciará algunas conversaciones profundas entre vosotros.

7. Da un poco de espacio

Una vez que se ha hecho público que existe la posibilidad de un divorcio, dale espacio a tu cónyuge. No hagas preguntas típicas sobre su horario o dónde ha estado si llega a casa un poco tarde.

En algunos casos, tu pareja puede estar conversando con amigos tratando de darle sentido a sus pensamientos. Es bueno darle un poco más de espacio para que decida qué hacer cuando piensa en lo que ocurre cuando un cónyuge no quiere el divorcio. Tómate también un tiempo y un espacio para ti mismo.

Para entender la importancia del espacio en las relaciones y en la vida, mira este vídeo.

8. Es aconsejable que te mantengas ocupado

No dejes de vivir tu vida normal; quizás añadas algunas actividades o pasatiempos para mantener tu mente ocupada mientras afrontas un divorcio que no quieres.

Puedes intentar invitar a tu pareja, pero no quieras dar una impresión negativa si rechaza la invitación. Continúa con los planes con un amigo o familiar.

9. Mantente como siempre

“No quiero divorciarme”, pero tu cónyuge sí puede hacerlo. Eso puede traducirse en depresión o hacerte sentir una menor autoestima. Tu higiene y apariencia son componentes vitales del cuidado personal y la nutrición, lo que equivale a un estado de bienestar general.

Sin ellos, solo te sentirás peor. También puedes parecer poco atractivo para tu pareja. Ducharte y mantener una buena higiene cada día te hará sentirte con energía y listo para el mundo, independientemente de cómo acabe el matrimonio.

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10. Permítete estar contento

Esto va de la mano del cuidado personal. Está bien estar alegre y optimista en ocasiones, incluso con el estado de tu matrimonio. En realidad, tu estado de ánimo fluctuará, pero está bien dejar que tu cónyuge vea que estás viviendo tu vida y que tienes algunos días buenos.

Quizás hayas aprendido que tienes que superar un divorcio que no querías. En momentos difíciles, querrás hablar con alguien sobre lo que sientes, pero no con tu pareja. Habla con un consejero o terapeuta tanto como sea posible.

Reflexiones finales

Todo el mundo puede permitirse hacer algunos cambios positivos. Si esto afecta o no al estado de un divorcio lo determinarán las personas implicadas. Sin duda, algunos de estos rasgos o comportamientos pueden haber sido problemáticos para otras relaciones, pero no te habías dado cuenta.

La capacidad de maniobrar a través de ellos para mejorar como persona puede mejorar la comunicación y las conexiones con las parejas románticas en el futuro, y eso podría significar tu pareja actual.

Si sigues adelante con el divorcio, puede que te preguntes cómo superar un divorcio que no querías, pero debes entender que el barco puede haber zarpado, y solo para mejor.

Preguntas frecuentes en español

¿Qué hacer si mi cónyuge quiere divorciarse y yo no?

  • Mantén la calma y evita reaccionar impulsivamente.
  • Escucha activamente las preocupaciones de tu cónyuge y muestra empatía.
  • Asume la responsabilidad de tus propias acciones y considera hacer cambios positivos en ti mismo.
  • Busca orientación profesional, como terapia de pareja o asesoramiento individual.
  • Respeta el espacio y la decisión de tu cónyuge, incluso si no estás de acuerdo.

¿Puedo negarme a divorciarme si mi cónyuge lo quiere?

  • En la mayoría de los casos, no. En Estados Unidos, no se puede obligar a una pareja a permanecer casada si uno de los cónyuges ya no desea estar en la unión.

¿Qué pasa si mi cónyuge se niega a divorciarse?

  • Se complica el proceso, pero no es imposible.
  • Es esencial seguir los procedimientos legales correctamente y contar con asesoría legal.
  • Un juez puede denegar el divorcio si no se siguen los procedimientos adecuados.
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