¡Diálogos Internos: ¿Una Señal de Salud o un Síntoma de Preocupación?

La Normalidad de los Diálogos Internos

Tener conversaciones internas es un fenómeno común entre casi todas las personas. Además, la mayoría también se habla a sí misma, aunque esto puede convertirse en un problema si no se controla.

Revisar una conversación anterior o anticipar una futura es algo normal y, en algunos casos, incluso esperado. Por ejemplo, si tuviste una conversación con tu jefe que no salió como esperabas, es natural volver a examinarla, considerar lo que podrías haber hecho de manera diferente y seguir adelante.

Por otro lado, también puedes mantener conversaciones internas para anticiparte a una conversación real. Supongamos que tienes una conversación importante con tu pareja. Puedes practicar y ensayar, imaginando sus respuestas para determinar la mejor manera de abordar la situación.

El Peligro de la Rumiación

Sin embargo, como con la mayoría de las cosas, existe una línea que separa un comportamiento saludable y normal de uno poco saludable y perjudicial. Algunas personas se enredan en un ciclo sin fin en lugar de terminar sus conversaciones mentales. En ese caso, puede convertirse en un proceso de pensamiento poco saludable llamado “rumiación”.

¿Qué es la Rumiación?

La rumiación describe un patrón de pensamientos repetitivos que puede ser difícil de controlar y prevenir. También puede ser una elección, aunque optar por rumiar puede iniciar el proceso de hacer que esos pensamientos sean difíciles de controlar e intrusivos.

La rumiación también se conoce como “espiral” porque tus pensamientos dan vueltas y vueltas sin una resolución.

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Esto puede suceder cuando piensas en conversaciones con otras personas porque intentas considerar todos los ángulos y detalles posibles, buscando pistas que puedan conducir a un resultado diferente. Y luego, una vez que has agotado todas las posibilidades, puedes volver a esos pensamientos e intentar hacerlo de nuevo.

La Rumiación como Mecanismo de Defensa

La rumiación suele ser un síntoma de ansiedad. Es una técnica de autocalmación en la que una persona puede participar inconscientemente para tratar de descubrir todos los ángulos potenciales y estar preparada para el futuro. Esto puede implicar repetir una conversación pasada o practicar una conversación difícil en el futuro. La rumiación es una forma en que tu mente puede intentar protegerte de daños e incomodidades adicionales.

El Problema con la Rumiación

El principal problema con la rumiación es que una vez que estás en la espiral, puede ser difícil salir de ella. Puedes descubrir que pierdes horas o días o que no puedes dormir por la noche debido a estos pensamientos en espiral.

Peor aún, es posible que ni siquiera sea útil.

Las personas a menudo piensan que encontrarán la solución si concentran más energía y pensamientos en un problema. Pero, desafortunadamente, ese no siempre es el caso con un problema difícil. De hecho, concentrarse mucho en el problema puede dificultar su resolución porque no pensamos con claridad cuando estamos frustrados y enojados.

Técnicas para Detener el Exceso de Pensamiento

Como se mencionó anteriormente, pensar en conversaciones en tu cabeza es normal y está bien. Pero si estás rumiando, debes hablar con un profesional de salud mental para que te evalúe en busca de problemas adicionales como la ansiedad.

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Mientras tanto, existen algunas técnicas de autogestión y habilidades que puedes intentar emplear para descarrilar esos pensamientos:

1. Meditación

Los pensamientos rumiantes son tu cerebro en espiral. La meditación puede ayudar porque el objetivo es despejar tu mente a un estado limpio y pacífico al calmar tus emociones. La meditación puede ser la solución si estás atrapado en una espiral de reexaminar tus pensamientos o conversaciones con otros.

2. Distráete

La distracción es una forma eficaz de disipar pensamientos y emociones descontrolados.

Encuentra algo más en qué enfocar tu atención y pensamientos por un rato. Intenta ver algo divertido, leer un libro, ver un video o escuchar un podcast. No importa cuál sea la actividad, siempre que requiera pensamiento y atención. De esa manera, puede ayudar a sacar tus pensamientos de ese ciclo.

Hablar con un amigo o familiar también puede ser una buena idea si necesitas una distracción.

3. Habla con la Persona Cuya Conversación Estás Rumiando

Esta sugerencia no siempre es posible. Tal vez tuviste una mala conversación con tu jefe. Podrías estar pensando en una conversación de ruptura con tu pareja.

Pero, si puedes, es posible que hables con la persona con la que conversaste. A veces, las preguntas quedan en el aire y la única persona que puede responderlas es la persona con la que estabas hablando. Por supuesto, no intentes esto si la persona ha establecido límites o las circunstancias te exigen que no vuelvas a hablar con ella.

4. Sé Amable Contigo Mismo

Quedarse atrapado en un ciclo de pensamiento no suele ser una experiencia agradable. Muchas personas que lo hacen se enfadan y frustran con sus cerebros debido a la naturaleza involuntaria de estos pensamientos circulares.

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Debes recordar que no puedes odiarte a ti mismo para ser una mejor persona. En cambio, debes ser amable contigo mismo. Sí, es frustrante y enfurecedor, pero debes evitar ser autocrítico. Así que en lugar de usar esa negatividad en tu contra, intenta cambiar esas palabras con afirmaciones positivas y amabilidad.

Repasar conversaciones con otros en tu mente es algo normal que la mayoría de las personas hacen de vez en cuando. Se convierte en un problema cuando ocurre en momentos no deseados, durante períodos prolongados o cuando te causa angustia. Este tipo de cosas suele ser un mecanismo de autocalentamiento y afrontamiento de la ansiedad. Por lo tanto, si lo encuentras inmanejable, debes buscar ayuda profesional.

Preguntas frecuentes

¿Es normal tener conversaciones con otros en mi cabeza?
Sí, casi todo el mundo lo hace.

¿Es normal hablarse a uno mismo?
Sí, la mayoría de las personas también se hablan a sí mismas.

¿Qué es la rumia?
Es un patrón de pensamientos repetitivos y difícil de controlar.

¿Cómo se relaciona la rumia con las conversaciones en mi cabeza?
Cuando intentas considerar todos los ángulos y detalles posibles de una conversación, puedes caer en la rumia.

¿Por qué la rumia es un problema?
Puede ser difícil salir del ciclo, consumir mucho tiempo y no ser útil.

¿Cómo puedo dejar de pensar demasiado en las conversaciones en mi cabeza?
Puedes probar la meditación, las distracciones, hablar con la persona sobre la que estás reflexionando o ser amable contigo mismo.

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