Por diversas razones, desde problemas familiares hasta depresión, tu pareja podría desarrollar algún tipo de adicción, que culmine en elecciones poco saludables que pueden arruinar su relación. Cuando esto sucede, puede parecer que todo tu mundo se ha puesto patas arriba, y de repente tienes que lidiar con algo que nunca esperabas. Podrías pensar: “¿Cómo puede esta persona, alguien sin problemas previos como estos, decidir hacer esto de repente? ¿No era suficiente?”.
Es importante, incluso en las circunstancias más extremas, recordar que sigue siendo tu pareja y que estás con ella por una razón. No tengas miedo de resolver las cosas y solucionar los problemas en lugar de alejarte. ¡Tu relación merece una oportunidad de sobrevivir!
Cómo ayudar a tu pareja a superar un hábito poco saludable
¿No sabes qué hacer cuando descubres de repente que tu pareja tiene un hábito poco saludable? Aquí tienes 10 formas en que puedes ayudarle a superarlo.
1. Comprende que el problema no es tu culpa
Cada uno toma sus propias decisiones y, claramente, eligió afrontarlo de esta manera. Es fácil culparse a uno mismo, especialmente por algo serio, pero es muy importante entender que tú no hiciste que tu pareja hiciera nada.
Por ejemplo, si tú y tu pareja rompieron brevemente antes, podría haber recurrido a elecciones poco saludables como forma de afrontar la situación y escapar de la realidad. Si han vuelto a estar juntos, pero el hábito no ha desaparecido, puedes sentirte culpable. En este caso, es importante recordar que ni siquiera estabas presente en ese momento. También podría ser el trabajo, el estrés o incluso problemas familiares, ninguno de los cuales es tu culpa. Ten siempre esto en cuenta, porque de lo contrario, andarás inseguro en tu relación, algo que tu pareja realmente no necesita mientras lidia con este hábito.
2. Habla del problema de manera constructiva
Necesitas conocer el punto de vista de tu pareja y compartir tus preocupaciones, para que ambos sepáis cuál es vuestra postura. Una advertencia: puede ser difícil escuchar lo que tu pareja tiene que decir. Puede que se ponga a la defensiva, afirmando que su forma de afrontarlo es simplemente diferente a la tuya o que le gusta. No te sientas mal si no quiere reconocer el problema de inmediato. Esto es perfectamente normal: no quiere admitir que se equivoca o no quiere dejar un hábito que se ha convertido en un mecanismo de afrontamiento.
Expón tus puntos claramente, para que tu pareja sepa cuál es tu postura. Ambos debéis tener la cabeza fría y ser lo suficientemente claros para exponerlo todo sin ser groseros, pero recuerda: puede que sea necesario repetir esta conversación de vez en cuando hasta que tu pareja se dé cuenta de que solo estás tratando de ayudar.