El cine romántico se ha convertido en una fuente moderna de inspiración para los románticos, pero ¿son estas películas de alguna utilidad práctica? La respuesta corta es: no.
Los clichés de las comedias románticas
Las comedias románticas operan con clichés probados que tienen poca o ninguna vigencia en el mundo real. Puede que los lleves al ámbito de las citas, con la imagen de un Richard Gere o una Drew Barrymore pronunciando el diálogo planificado aún fresco en la mente, pero honestamente, las cosas no van a salir según lo planeado.
Mundos aparte
El cliché clásico de la comedia romántica: una rata de alcantarilla o una chica de la calle llama la atención de un sofisticado de clase alta del sexo opuesto. A medida que se enamoran, el individuo de clase baja intenta mejorar su juego para encajar, pero falla miserablemente y es ridiculizado por el circuito de cuchara de plata. En los momentos finales, el sofisticado rechaza a sus compañeros para declarar su amor eterno, y los dos cabalgan hacia la puesta de sol. Todo bien y bonito, pero no hay forma de que esto suceda en la vida real.
El torpe
El sello distintivo de cierto Sr. Hugh Grant, el torpe es esa forma entrañablemente encantadora que tiene de tartamudear sobre un tema y llegar a la con un aplomo sorprendentemente efectivo. Para cualquiera que esté pensando en probar el mismo truco para impresionar a una posible alma gemela, tengo un consejo: ¡no lo hagas! Sonar como si estuvieras sufriendo una grave enfermedad psicológica no se considera atractivo ni ahora ni nunca, y es menos probable que recibas un beso ardiente que un hombro frío.
En tantas comedias románticas, tienes esa relación entre dos tipos luchadores y francos que parecen odiarse, pero que en secreto y lentamente se están enamorando. Al final, se besan durante el ápice de una discusión particularmente violenta y nunca miran atrás. Felicidad romántica hasta el final de sus días. Sin embargo, si hay alguien con quien realmente no te llevas bien, y la comedia romántica te ha convencido de que podría ser el compañero de tus sueños, piénsalo de nuevo. Lanzarse con un beso durante un intercambio verbal mordaz resultará en vergüenza, humillación y un posible viaje a la estación de policía.
Cuando se trata de amor, tienes que ser tu propio hombre o mujer. Cualesquiera que sean los tropos de películas que veas en las comedias románticas, ten en cuenta que estos son para fines de entretenimiento y no son lecciones que deban aplicarse en la vida real.
