La felicidad, un sentimiento esquivo para quienes no están acostumbrados a ella

La realidad es que algunas personas no experimentan mucha felicidad en su día a día. Pueden estar pasando por momentos difíciles con el estrés de la vida diaria: facturas, trabajo, problemas sociales, familia y mucho más.

También puede deberse a que luchan contra una enfermedad mental. Es difícil encontrar la felicidad cuando se padece ansiedad, depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, etc.

La vida es simplemente dura para mucha gente. Y si la vida ha sido difícil durante mucho tiempo, puede resultar incómodo que las cosas vayan bien.

La felicidad y la emoción pueden provocar ansiedad y paranoia porque se asume automáticamente que algo va mal y que terminará mal.

Por ejemplo, supongamos que conoces a una persona nueva y maravillosa con la que empiezas a salir. ¡Claro, debe estar ocultando algo! ¡Nadie es tan increíble! Cierto? Claro, todo el mundo tiene sus defectos, pero eso no significa que sean secretamente terribles.

También puedes sentirte abrumado por la ansiedad o la desesperación cuando logras algo, ya que tu cuerpo responde fisiológicamente al estrés y al esfuerzo de lograr ese objetivo. Es como si pudieras controlar tus sentimientos mientras haces el trabajo, y luego se liberan todos a la vez cuando completas la tarea en cuestión. Lamentablemente, esto significa que no puedes disfrutar los frutos de tu trabajo o la sensación de logro que de otro modo podrías sentir.

En este artículo, explicaremos algunas razones por las que puedes experimentar ansiedad cuando las cosas van bien y cómo lidiar con ellas.

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Pero primero, si eres alguien que experimenta angustia y ansiedad hasta el punto de que interrumpe tu capacidad para vivir tu vida, definitivamente debes hablar con un profesional de salud mental certificado sobre lo que estás experimentando.

Es una buena idea buscar ayuda profesional de uno de los terapeutas en BetterHelp.com, ya que la terapia profesional puede ser muy eficaz para ayudarte a explorar tu ansiedad y encontrar formas de aliviarla, si no superarla para siempre.

  1. Enfermedad mental

La razón más obvia es la enfermedad mental. La enfermedad mental complica la vida de muchas maneras diferentes porque puede distorsionar las percepciones y las emociones.

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Una persona mentalmente enferma puede no haber experimentado felicidad en mucho tiempo. De hecho, pueden ser años o incluso décadas cuando se trata de una enfermedad mental crónica.

Las personas que nacen en una situación con padres poco amables o una vida difícil pueden experimentar traumas, desarrollar depresión y enfrentar otros problemas que afectan su capacidad para tener relaciones saludables o experimentar felicidad. Eso puede durar décadas, incluso el resto de la vida de la persona, si nunca se da cuenta de que hay un problema.

A menudo, las personas asumen que no deberían experimentar felicidad porque la vida es dura y hay mucho sufrimiento en el mundo. Pero desafortunadamente, una persona con una percepción distorsionada por un trauma o depresión no resueltos puede creer que esa percepción es verdadera y precisa cuando no lo es. Es el resultado del trauma y la enfermedad mental.

¿Qué hacer al respecto? La enfermedad mental no es algo que deba tomarse a la ligera. Muy a menudo, requiere intervención médica y tratamiento para controlar y manejar. Tu mejor opción es buscar ayuda profesional para que te ayude a identificar el problema específico al que te enfrentas y encontrar la opción de tratamiento adecuada para ti.

Además, hay actividades complementarias que puedes probar para controlar esta ansiedad, como hacer ejercicio, meditar, escribir un diario, reducir el estrés en tu vida y reducir el consumo de estimulantes como el café y las bebidas energéticas. Aún así, es probable que estas cosas no sean suficientes sin la atención profesional adecuada.

  1. Trastornos de ansiedad y ansiedad

Los trastornos de ansiedad y la ansiedad requieren su propia entrada específica más allá del paraguas de la enfermedad mental.

Lo primero que hay que entender es la diferencia entre ansiedad y trastorno de ansiedad. Un trastorno de ansiedad es una afección recurrente y persistente. La ansiedad es una emoción totalmente normal que se experimenta cuando se enfrenta a la incertidumbre o algo intimidante. La palabra clave que separa a las dos es “trastorno”.

Una persona que solo experimenta ansiedad descubrirá que la ansiedad desaparece cuando termina la situación. Sin embargo, las personas con un trastorno de ansiedad encontrarán que su malestar se presenta regularmente en situaciones específicas relacionadas con su ansiedad o generalmente lo experimentan sin razón alguna.

Por ejemplo, una persona con trastorno de ansiedad social puede descubrir que su malestar y agitación aumentan con una situación social próxima o cuando está en una situación social.

O piénsalo de esta manera: es perfectamente normal experimentar ansiedad no desordenada antes de una entrevista de trabajo; la mayoría de las personas la padecen. Pero alguien con un trastorno de ansiedad puede experimentar malestar por pasar el rato con amigos, algo que la mayoría de la gente no experimenta.

En relación con la ansiedad que interrumpe la felicidad, puede hacerte sentir incómodo debido a las emociones adicionales que se despiertan. La ansiedad por la felicidad o los buenos momentos en los que te encuentras puede provocar ira, paranoia y agitación, los cuales amenazan con socavar la felicidad. Es difícil simplemente quedarse en la felicidad porque tu cerebro está hiperalerta y responde negativamente al buen estrés de los sentimientos positivos.

¿Qué hacer al respecto? También será necesario buscar ayuda de un profesional de salud mental para este tipo de ansiedad. Las prácticas de autocontrol como reducir el estrés general, evitar los estimulantes, dormir bien, escribir un diario y meditar pueden ayudar. Pero, nuevamente, realmente depende de la causa raíz de la ansiedad.

  1. Cherofobia: miedo a la felicidad

La ansiedad y la incomodidad ante la perspectiva de la felicidad podrían apuntar a la cherofobia, un miedo a la felicidad. La cherofobia puede hacer que las personas eviten experiencias felices y positivas debido a un miedo irracional. Incluso algo como pasar el rato con amigos o hacer algo que disfrutas puede ser suficiente para provocar angustiosos sentimientos de ansiedad.

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La incomodidad puede ser tan intensa que la persona cherofóbica sabotea activamente su propia capacidad para tener experiencias positivas. A menudo sienten que cualquier situación feliz es el preludio de una mala situación.

Por ejemplo, “Si hago un viaje por carretera que realmente espero, tendré un accidente”. También puede ser algo así como: “No puedo celebrar mi nuevo trabajo porque me despedirán”.

La conclusión equivocada es a menudo extrema y no razonable. En el ejemplo anterior, sería razonable preocuparse de que tu automóvil se averíe en un largo viaje por carretera. Es razonable prepararse para tal escenario. Podrías inscribirte en Roadside Assistance para obtener ayuda fácilmente si sucede.

Las personas con cherofobia también pueden creer que su felicidad y alegría no muestran compasión por sus amigos menos afortunados. En cambio, pueden sentir que su felicidad es egoísta y egocéntrica, como si no les importaran sus amigos menos afortunados.

¿Qué hacer al respecto? Una persona que experimenta malestar en este grado probablemente necesitará la ayuda de un profesional médico. Otras tácticas de control de la ansiedad pueden ayudar, pero estos sentimientos pueden ser demasiado fuertes para marcar una diferencia significativa.

Una forma adicional que puedes intentar para atenuar estos sentimientos extremos es mantener una lista de cosas buenas y felices que no resultaron en una catástrofe. Escríbelas para tener una lista tangible a la que puedas referirte cuando te sientas incómodo. Eso puede evitar que des vueltas y volver a poner tu mente fuera de la ansiedad.

  1. Puedes estar agotado

Digamos que eres una persona ocupada. Trabajas duro, cuidas tu hogar, cuidas de tu familia y sigues con la vida en general.

Bueno, la felicidad es en realidad una experiencia estresante por sí misma. Si bien esa felicidad puede resultar maravillosa, sigues gastando energía emocional, mental y física mientras la experimentas.

Estás poniendo tanta energía en tus metas y en tu vida que el consumo adicional de energía de la felicidad puede en realidad causar malestar y agotamiento.

¿Qué hacer al respecto? Es importante tratar de mantener algún tipo de equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Una semana laboral de 40 horas es agotadora tal como es. Desafortunadamente, muchas personas necesitan trabajar aún más horas solo para pagar el alquiler y comprar comida. Y si te encuentras en un momento de inseguridad alimentaria o de vivienda, existe la amenaza de que puedas perder tu estabilidad si faltas un día de trabajo o un cheque de pago, lo que amplifica el estrés.

Si puedes, ordena ese equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Asegúrate de dormir lo suficiente (7-8 horas) y programa un poco de tiempo para descansar y relajarte en tu horario donde puedas hacerlo.

  1. La felicidad desafía tu identidad

Hay algunas personas que tienen muchas opiniones desagradables sobre sí mismas. Es posible que hayan pasado por un momento difícil en la vida, hayan experimentado muchos contratiempos, cosas que no salieron bien y tragedias. Es posible que hayan tenido personas en las que confiaban, y que deberían haberlos amado, haciéndolos sentir pequeños, como si fueran un fracaso.

Como resultado, pueden identificarse como un fracaso que es indigno y que no merece la felicidad. La persona puede sentir que sus contratiempos o las palabras de idiotas los definen como una persona no buena o no lo suficientemente buena.

Esta persona puede evitar o sabotear su propio potencial de felicidad cuando se trata de ella. Ese tipo de comportamiento suele ser una respuesta al trauma.

¿Qué hacer al respecto? El trauma es un grave problema personal que se traslada a otras partes de la vida de una persona. Abordar el trauma y sus comportamientos se hace mejor con un terapeuta calificado.

Sin embargo, algunas otras cosas pueden ayudar. Si no puedes ser positivo, trata de no ser negativo. Hay un término medio en el que puedes intentar encontrar algo de equilibrio. Independientemente de lo incómodo que te sientas, trata de no sabotear las cosas buenas que te llegan.

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Ten en cuenta que eres una persona valiosa, incluso si no has hecho grandes cosas o la gente no ha sido amable contigo, y mereces sentir cosas buenas por ti mismo.

  1. Respuesta de estrés fisiológico

Como se mencionó anteriormente, experimentar sentimientos felices o buenos provoca algo muy similar a la respuesta al estrés. A veces, las respuestas al estrés se confunden en el cuerpo y la mente.

Por ejemplo, puedes experimentar ansiedad porque la respuesta al estrés de tu cuerpo te dice que algo está mal cuando experimentas felicidad o tienes una buena experiencia próxima. Esa señal de que algo está mal hace que tu cuerpo y tu mente comiencen a producir las sustancias químicas necesarias para lidiar con el estrés, lo que aumenta tu ansiedad al sentirte bien o feliz.

¿Qué hacer al respecto? Desafortunadamente, no hay mucho que puedas hacer con respecto a esta respuesta sin la ayuda de un profesional de salud mental. Lidiar con la fisiología del cuerpo puede requerir medicamentos para controlarlo.

  1. Puedes tener miedo de haber llegado a tu punto máximo

Has dedicado mucho tiempo a mejorar tu vida. Has trabajado duro, quizás hayas ido a la universidad para obtener un título, has pagado tus facturas y tienes una relación amorosa. ¡Las cosas están bien; incluso genial!

Pero aún así, existe esta subyacente sensación de ansiedad de que todo se derrumbe a tu alrededor. Después de todo, todo el mundo sabe que los buenos tiempos no duran para siempre. ¿Verdad?

¿Qué será? ¿Será tu relación la que estalle? ¿Perder el trabajo y no poder encontrar otro? ¿Grandes facturas por reparaciones de la casa o del automóvil? ¿Qué saldrá mal? Algo debe salir mal porque las cosas están demasiado bien ahora mismo.

¿Qué hacer al respecto? Es posible que tengas más éxito en el autocontrol de este tipo de ansiedad. La atención plena y la gratitud pueden ayudar enormemente.

Gran parte de esta ansiedad proviene de pensar en el futuro y en lo que podría suceder. El problema es que nadie puede ver el futuro. Claro, las cosas pueden empeorar tarde o temprano. Eso es simplemente la vida a veces. Pero eso no significa que será catastrófico o que no puedas manejarlo.

De hecho, trabajar en desarrollar tus habilidades para manejar las cosas cuando no salen bien puede ayudarte a ampliar tu zona de confort.

  1. Miedo a expresar tus verdaderos sentimientos

A veces, cuando tienes éxito, puedes sentir que no puedes ser honesto sobre tu felicidad o éxito. Ese miedo puede estar bien fundado. Quizás tu familia no esté llena de las mejores personas. Sabes que no puedes revelar que tienes más dinero o harán fila para pedir prestado el dinero que nunca recuperarás.

Es posible que tampoco quieras compartir tu éxito y felicidad con tus amigos si no les va tan bien en la vida. Puedes sentir que debes evitar compartir tu felicidad porque no te apoyarán. Pueden responder con ira, amargura o cinismo. Eso no los convierte necesariamente en malas personas, solo en personas que atraviesan un mal momento y sus propias dificultades emocionales. A menos que sean malas personas, en cuyo caso deberías buscar amigos diferentes.

La felicidad tiene algunos efectos fisiológicos que son similares al estrés. Y luego acumulas estrés adicional por tener miedo de compartir tus sentimientos, y puedes experimentar ansiedad por esos sentimientos positivos.

¿Qué hacer al respecto? Las técnicas de autogestión pueden ayudar a moderar esto. También podría ser útil escribir tus emociones positivas, emoción y felicidad ante el cambio en tu situación, y luego destruir el papel en el que lo escribiste. De esa manera, puedes sacar las emociones de tu cabeza y procesarlas de una manera más saludable.

Para concluir…

Como puedes ver, experimentar ansiedad por experiencias felices es un tema lleno de matices. Hay muchas razones por las que puedes tener esos sentimientos negativos. A veces puedes moderarlos con técnicas de autogestión orientadas a la ansiedad. Sin embargo, no es probable que esos sentimientos se disipen por completo.

Lo mejor que puedes hacer es llegar a la raíz de la ansiedad y abordar la causa. Puede ser un trauma, una enfermedad mental, la autoestima o incluso simplemente una respuesta fisiológica que no puedes controlar directamente.

Aún así, intenta apoyarte en tu red de apoyo o en un grupo de apoyo cuando estés pasando por esta ansiedad. Además, querrás hablar más sobre esto con un terapeuta calificado que pueda ayudarte a encontrar el camino correcto hacia el manejo y la recuperación.

BetterHelp.com es un sitio web donde puedes conectarte con un terapeuta por teléfono, video o mensaje instantáneo.

Si bien puedes intentar superar esto por tu cuenta, puede ser un problema mayor de lo que la autoayuda puede abordar. Y si está afectando tu bienestar mental, tus relaciones o tu vida en general, es algo importante que debe resolverse.

Demasiadas personas intentan salir del paso y hacer todo lo posible por superar problemas que nunca llegan a resolver. Si es posible en tus circunstancias, la terapia es 100% la mejor manera de avanzar.

Haz clic aquí si deseas obtener más información sobre el servicio que ofrece BetterHelp.com y el proceso de inicio.

Ya has dado el primer paso con solo buscar y leer este artículo. Lo peor que puedes hacer ahora es nada. Lo mejor es hablar con un terapeuta. La siguiente mejor opción es implementar todo lo que has aprendido en este artículo por ti mismo. La decisión es tuya.

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Preguntas Frecuentes

¿Por qué me siento ansioso cuando las cosas van bien?

Puede deberse a enfermedades mentales, trastornos de ansiedad, cherofobia, agotamiento, desafíos de identidad, respuestas fisiológicas de estrés, miedo a haber alcanzado la cima o temor a expresar tus sentimientos genuinos.

¿Qué puedo hacer para controlar la ansiedad cuando me siento feliz?

Intenta con técnicas de autogestión para la ansiedad, como el ejercicio, la meditación, escribir un diario, reducir el estrés y limitar los estimulantes. Si los sentimientos son intensos, busca ayuda de un profesional de la salud mental.

¿Es normal tener miedo a la felicidad?

Sí, es posible experimentar cherofobia, un miedo irracional a la felicidad. Las personas con cherofobia pueden evitar experiencias positivas debido a la ansiedad o sentir que no merecen ser felices.

¿Qué puedo hacer si mis amigos o familiares no apoyan mi felicidad?

Puedes limitar el intercambio de tus sentimientos con ellos o escribir tus emociones en un diario y luego destruirlo. Considera construir un nuevo sistema de apoyo o unirte a un grupo de apoyo.

¿Es mejor buscar ayuda profesional o tratar de resolver esto por mi cuenta?

Aunque las técnicas de autogestión pueden ser útiles, es mejor acudir a un profesional de la salud mental para abordar la causa raíz de la ansiedad. La terapia puede brindar orientación, apoyo y herramientas de afrontamiento eficaces.

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