Aunque sea desgarrador, no ruegues por el regreso de tu cónyuge. Si ha solicitado el divorcio, lo ha meditado profundamente y tus súplicas no cambiarán su decisión. Suplicar solo te devaluará.
2. Protege a tu familia
Busca un abogado competente lo antes posible. Independientemente de si tienes hijos o no, tienes derechos legales que te otorga tu país, como pensión alimenticia, manutención infantil o hipoteca. Exígelos para salvaguardar tu futuro y el de tu familia.
3. Exterioriza tus emociones
Es natural sentir ira y tristeza. No reprimas tus emociones. Habla con alguien, llora, grita… Expresa lo que sientes para liberar tu dolor. No es saludable guardarlo todo dentro.
4. Mantén tu dignidad
Aunque el divorcio sea doloroso, no te derrumbes. No persigas a la otra familia ni te vuelvas loco. Mantén la frente en alto e intenta seguir adelante. No te quedes donde no eres deseado.
5. Evita culpar
No te dediques a analizar el pasado en busca de culpables. Las cosas suceden, la gente es cruel y la vida es injusta. No es todo tu error. Aprende a aceptar tus decisiones.
6. Date tiempo para sanar
Tu vida ha cambiado, pero no se ha acabado. Tienes personas que te aman y se preocupan por ti. Pide su ayuda y date tiempo para recuperarte del daño causado.
7. Finge hasta que lo consigas
Puede ser difícil, pero adopta la filosofía de “finge hasta que lo consigas”. Si le mientes a tu mente lo suficiente, comenzará a creerlo y una nueva realidad surgirá.
