¿Sabías que un barco está seguro en el puerto, pero no es para eso que se hacen los barcos? ¿Cómo puedes crecer si eliges permanecer dentro de tu zona de confort?

La mayoría de las personas pasan una gran cantidad de tiempo en su zona de confort porque tienen demasiado miedo de adentrarse en lo desconocido. Después de todo, la zona de confort te brinda una forma de seguridad mental donde sabes que todo está en su lugar y cómo funciona todo. Pero, ¿no suena absolutamente aburrido?

¿Cómo salir de tu zona de confort?

La zona de confort gira en torno a la rutina y el hábito, y añade seguridad en un mundo en constante movimiento. El único problema con esto es que cuando estás en tu zona de confort, no estás probando cosas nuevas ni avanzando desde tu pasado y presente. Es imposible progresar cuando solo estás jugando a lo seguro.

1. Conoce tus hábitos

Los hábitos juegan un papel muy importante en la zona de confort. Son cosas que harás en lugar de probar algo nuevo. Por ejemplo, si te invitan a una fiesta pero te quedas en casa para ver la televisión porque esa es tu rutina, entonces te estás quedando en tu zona de confort. Si solo comes en un restaurante y nunca vas a ningún otro lugar, entonces te estás quedando en tu zona de confort.

Necesitas saber qué hábitos tienes para poder romperlos. Intenta analizar tu rutina y trata de marcar todas las veces que sucumbiste a tus hábitos, ya que esto te ayudará a saber qué evitar cuando se trata de salir de tu zona de confort. Es posible que descubras que casi todo lo que haces es un hábito, como ir al trabajo solo de una manera o usar solo un tipo de detergente para la ropa. Comprender tus hábitos y tus entradas a la zona de confort te ayudará, a largo plazo, a romper con ellos. No puedes luchar contra un enemigo que no puedes ver, ¿verdad?

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2. Sabe lo que quieres hacer

Una cosa es romper tus hábitos, pero otra muy distinta es saber con qué vas a reemplazar tu antigua rutina. Es importante recordar que es fácil pensar en las cosas que podrías perder, pero eso desvía la atención de lo que podrías ganar. Por ejemplo, si vas a la fiesta, es posible que te pierdas tu programa de televisión favorito, pero podrías conocer a algunas personas increíbles que podrían convertirse en amigos para toda la vida. Eso, para mí, vale la pena perderse un programa, incluso si es parte de tu rutina.

Realmente tienes que concentrarte en los aspectos positivos que puedes sacar de la experiencia porque si te concentras en los negativos, entonces enfrentarás el desafío negativamente, y eso solo hará que sea más difícil.

3. Tiempo para el cambio

Una de las mejores maneras de salir de tu zona de confort es hacer pequeños cambios durante un período de tiempo. Con esto, me refiero a renunciar a tu restaurante favorito en favor de una opción gustativa un poco más aventurera. Si solo escuchas música pop, prueba el género de rock alternativo. Estos pequeños cambios pueden parecer poco, pero pueden ayudarte eficazmente a salir de tu zona de confort.

No tiene sentido intentar salir corriendo de tu zona de confort con todas las armas encendidas, ya que terminarás fuera de tu alcance, especialmente si has pasado mucho tiempo desarrollando tu zona de confort a tu alrededor. Tendrás una vida de hábitos que tendrás que romper antes de que salir de tu zona de confort se vuelva fácil. Así que da pequeños pasos, intenta cambiar una cosa en tu rutina cada semana. Si encuentras que al final de la semana te gustó el cambio, entonces mantenlo. Si realmente lo odias, al menos has probado algo nuevo. Estos pequeños cambios, a la larga, harán que los grandes cambios sean más fáciles de afrontar.

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4. Empieza a dejar ir

Una de las cosas más difíciles de dejar tu zona de confort es dejar de lado tus rutinas y hábitos. Después de todo, estas son cosas que has construido a lo largo de los años de tu vida. Necesitas querer cambiar, y para que esto suceda, necesitas despedirte de un par de cosas… Al menos hasta que las hayas dejado de lado como tu manta de seguridad.

Necesitas dejar ir tu idea de perfección también porque una vez que salgas de tu zona de confort, no será un jardín de rosas. Sin embargo, esto no debería desanimarte, porque a veces, necesitas fallar para tener éxito. Es posible que tengas una rutina que funcione perfectamente para ti, pero si quieres experimentar algo nuevo, entonces debes aceptar que puede ser difícil por un tiempo. Elegir alejarse de tu rutina te dará mucho más control sobre tu vida. Ganarás una libertad que hasta ahora ha estado bloqueada por el miedo. Tendrás el control total de tu vida y de lo que haces, y no te reprimirás, pero para tener esto, necesitas dejarlo ir.

5. Nunca tengas miedo de fallar

El miedo al fracaso es lo que impide que la mayoría de las personas hagan lo que quieren hacer. Nadie quiere fracasar, nadie quiere humillarse y nadie quiere equivocarse. Sin embargo, no puedes dejar que esto te detenga. No puedes permitir que el miedo al fracaso te detenga. Si lo haces, nunca saldrás de tu zona de confort.

Por difícil que parezca, debes bloquear el miedo a fallar. Cada vez que tu cerebro te diga que no puedes hacer algo, imagínate haciéndolo. Muéstrale a tus instintos que puedes hacerlo, y luego, cuando llegue el momento, creerás en ti mismo al 100%. Esto es realmente importante porque si no crees en ti mismo, entonces te estás preparando para fallar.

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Todo esto puede parecer un poco abrumador para alguien que nunca ha salido de su zona de confort, pero lo importante que hay que recordar es que puedes hacerlo. El miedo es un obstáculo que puedes superar, y si perseveras, ganarás mucho más de lo que podrías.

Tu zona de confort es la opción fácil en la vida. Es ese lugar al que vas cuando no quieres enfrentarte a los desafíos del mundo exterior. Es como un bloqueo de tiempo donde nada cambia nunca. Y si pasas demasiado tiempo allí, podrías terminar desperdiciando tu vida.

Salir de tu zona de confort puede hacerte más productivo, puede hacerte más atrevido y puede traer cosas a tu vida que nunca soñaste.

En 20 años, si te quedas en tu zona de confort, ¿dónde estarás? Estarás en el mismo lugar en el que estás ahora. Sin embargo, si sales de tu zona de confort, ¡en 20 años podrías estar en cualquier lugar!

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