Pedir disculpas es, por desgracia, algo difícil y delicado. ¿Por qué? A nadie le gusta equivocarse, y pedir disculpas puede hacernos sentir incómodos. Decir “lo siento” no sólo significa que te has “sometido”, sino que también puede parecer que le has dado todo el poder a tu novia.
Dejando el orgullo a un lado, todo el mundo debería aprender a decir la temida palabra “s”, tanto si tienes razón como si no. Y la verdad es que probablemente habrá veces en las que sientas que no has hecho nada malo, pero aun así te disculparás. Eso es porque eres un tipo genial que quiere hacerle saber a su novia que un ego herido es un precio digno de pagar para mantener intacta su relación. Si tu novia no es de las que se disculpan, puede que tu estupendo ejemplo siente un patrón en la relación de respeto mutuo. ¡Ganar-ganar!
2. “He pensado en ti hoy”
Son las doce del mediodía en el trabajo, y estás sentado con una taza de café gigante y tu merienda favorita. Tu pareja sabe que es tu hora de comer, y de repente, tu teléfono se enciende. Recibes una foto de tu hermosa novia diciéndote que está pensando en ti. ¡Sí, claro!
Como se dijo al principio, los hombres y las mujeres prefieren diferentes tipos de afecto. Aunque eso pueda sonar como un escenario de ensueño para los hombres, lo que las mujeres quieren oír es que realmente estás pensando en ellas, no sólo en sus, ejem, atributos. Envíale un mensaje de texto a tu novia de vez en cuando, y comparte un recuerdo, o dile que está en tu mente. Te prometemos que te amará por ello.
Muy bien, muy bien. A las mujeres les encantan las palabras de afecto, pero también les gustan las cosas subidas de tono considerando que ya estáis en ese punto de vuestra relación. Si te envía un mensaje de texto y te pregunta qué tal tu almuerzo, respóndele con algo descarado como: “No tan delicioso como tu coño ;)”.
A ti te gusta oír hablar de lo grande, grueso y lleno que está tu pene, ¿verdad? Pues nunca subestimes lo mucho que una mujer quiere oír hablar de las maravillas de sus partes íntimas. Dile lo mojada que está, habla de su culo perfecto, gime cuando la tocas los pechos y recuérdale siempre lo dulce y “estrecha” que se siente. A las mujeres les encanta en secreto un poco de charla sucia, ¡así que asegúrate de soltar alguna palabra traviesa de vez en cuando!
