La falta de fiabilidad puede ser perjudicial para las relaciones, ya que dificulta la confianza. Las pequeñas acciones, como olvidar llamar al llegar tarde a casa, cambiar los planes en el último momento o no preguntar cómo estuvo el día de alguien, pueden acumularse y dar forma a nuestra percepción de una persona. Por el contrario, recordar algo que dijeron en una conversación anterior, ayudarles con algo o sorprenderles con un regalo puede fortalecer la confianza.
Estas instancias se suman para crear nuestra percepción de la fiabilidad de una persona. Nos permiten sentirnos seguros a su alrededor y confiar en ellos en los momentos importantes. La confianza no solo se refiere a creer lo que dicen o estar seguro de que no nos engañarán, sino a una sensación general de confiar en que nuestra relación es sólida y duradera.
La imprevisibilidad emocional y el abuso
Cuando la falta de fiabilidad se manifiesta como imprevisibilidad emocional, puede afectar la confianza de manera aún más extrema. Si no podemos predecir cómo se comportará alguien con nosotros en un día determinado, podemos sentirnos como si estuviéramos caminando sobre cáscaras de huevo o estar constantemente ansiosos por nuestro lugar en la relación. Podríamos preocuparnos de que hoy sea el día en que ocurra otro “incidente” o sentirnos inquietos o fríos al pensar en ellos, en lugar de seguros y felices.
Si esto te resulta familiar, es importante reconocer que puede constituir una forma de abuso emocional. Si sientes que tu autoestima se ve constantemente socavada, existe un riesgo significativo de que este sea el caso.
