Las relaciones, por firmes que parezcan, son frágiles. Conoce cómo el poder de las palabras que utilizas puede cambiar el rumbo de tu relación en poco tiempo.
Una relación tiene muchas necesidades para tener éxito. Pero, casi todas estas necesidades son subconscientes. De hecho, ni siquiera te darás cuenta de que estás atendiendo estas necesidades de tu propia relación perfecta a menos que estés empezando a desenamorarte y necesites hacer un esfuerzo sólo para ser amable con tu pareja. Los gestos y recuerdos románticos, la comunicación y las conversaciones íntimas pueden ser requisitos clave para una gran relación, pero hay otro detalle sutil del que casi ninguno de nosotros se preocupa. Y es el poder de las palabras en una relación.
Cómo las palabras pueden afectar a tu relación
¿Has pensado alguna vez en cómo hablas a tu pareja, o cómo la tratas en privado o en público? El tipo de palabras que elijas o la forma en que te comportas puede tener un impacto mucho más profundo de lo que imaginas. Las palabras que elijas pueden hacer que tu relación sea mucho mejor, o a veces, pueden alejar a tu pareja de ti para siempre. Puedes comunicarte bien, compartir tus sueños, respetar a tu pareja e incluso ser genial en la cama, pero la forma en que utilizas el poder de las palabras podría seguir afectando a tu relación a nivel subconsciente.
Consejos para elegir mejor las palabras con tu pareja
Aquí tienes 5 consejos que pueden ayudarte a elegir mejor tus palabras con tu pareja, sin importar las circunstancias.
Hablar en privado. ¿Escuchas las opiniones de tu pareja completamente antes de dar tu sugerencia? Aprende a hacerlo. Si tu pareja tiene una sugerencia o quiere hacer algo, evita contradecirla o decirle “no” inmediatamente. En su lugar, expresa tus opiniones negativas a través de preguntas tranquilas para que tu pareja pueda ver el panorama general a través de tus ojos. Os ayudará a ambos a ver la relación como un esfuerzo de equipo en lugar de un campo de batalla de opiniones y parejas dominantes.
Cuando hay otros alrededor. Ambos deberíais aprender a ser respetuosos el uno con el otro delante de los demás. No te opongas a las opiniones de tu pareja a menos que estés bromeando. Y no interrumpas a tu pareja en medio de una frase sólo porque creas que no está explicando algo bien. Sólo hará que tu pareja se sienta insegura a tu lado. Únete a la conversación, pero nunca avasalles a tu pareja.
Elogios. Elogia a tu pareja a menudo, y no te limites a los rasgos físicos. Elogia su trabajo, su personalidad y cualquier otra cosa que sientas genuinamente. Cuando tu pareja cree que tienes una alta opinión de ella, se sentirá más cómoda para revelar su lado más débil y pedirte ayuda. Por otro lado, si criticas constantemente a tu pareja, se sentirá poco apreciada y evitará contarte cualquiera de sus errores porque tendrá miedo de ser juzgada negativamente por ti.
Tus palabras en las discusiones. Las discusiones, las confrontaciones y los desacuerdos son algo habitual en una relación. Pero incluso en una discusión, evita las palabras sarcásticas o condescendientes porque golpearán a tu pareja con fuerza y la dejarán furiosa. Una discusión en una relación nunca tiene un ganador individual. O ambos ganáis o ambos podéis perderla juntos. Así que deja de intentar usar palabras que hagan que tu pareja se sienta más débil. Y al final de cada discusión, no importa cuánto quieras simplemente marcharte, pedid disculpas el uno al otro y abrazad y reconciliad.
Tus quejas. Expresar tus propias trampas y arrepentimientos sobre tu propia vida todo el tiempo puede hacer que tu pareja se sienta más impotente sobre su propia vida. Y sólo conseguirá que tu pareja se moleste contigo, o peor aún, que se culpe a sí misma por tu triste vida.
Si hablas de tu relación utilizando palabras negativas, tu pareja empezará a ver inconscientemente la relación también bajo una luz negativa. Si hay algo que te molesta, aprende a comunicarte con el otro con calma y a tranquilizaros mutuamente todo el tiempo. ¡Es la única manera de mirar hacia adelante a un nuevo día de forma feliz!
