La confianza es uno de los aspectos más importantes de una relación, ya sea nueva o duradera. Si te preguntas si puedes confiar en tu pareja, debes estar absolutamente segura antes de dejarlo o casarte con él.
La confianza es fundamental en toda relación. Es imposible tener una conexión emocional con alguien en quien no confías.
2. Las señales evidentes de que no puedes confiar en él
Explicaciones vagas: Si no puede darte una razón satisfactoria de por qué tuvo que cancelar su cita, llegó tarde a tu fiesta de inauguración o no fue tu acompañante a una fiesta, debes sospechar.
No está ahí para ti: Una gran parte de saber si puedes confiar en un chico es medir su lealtad hacia ti. Deberías poder contar con él cuando más lo necesites.
Secretivo con las llamadas telefónicas: Si tu hombre siempre se levanta y sale de la habitación para responder una llamada telefónica o responder a un mensaje de texto, sabes que tiene algo que ocultar.
Ocupado en horas extrañas: Si tu hombre siempre tiene que salir corriendo a reuniones de negocios después de la cena, debes estar atenta.
No conoces a sus amigos: Otra señal de que no puedes confiar en el hombre con el que estás es cuando no conoces bien a sus amigos.
Tarda una eternidad en devolver llamadas o mensajes de texto: Si a tu hombre realmente le importas, no te dejará esperando cuando se trata de devolver tus llamadas o mensajes de texto.
Visto con otras chicas: Cuando tú o tus amigos lo ven por ahí con otra mujer coqueteando, charlando y tocándose, sabrás con certeza que no puedes confiar en él.
Omite información: Si es culpable de omitir información que sabe que te tendrá al borde de tu asiento, no se puede confiar en él.
Rara vez usa tu nombre: Si un hombre está tratando de hacer malabares y administrar su tiempo entre varias chicas, generalmente terminará siendo muy genérico en su correspondencia contigo.
Tiene la costumbre de cancelar: Si tiene la desagradable costumbre de cancelarte en el último minuto, debes reconsiderar la confianza que depositas en él.
Te ha dado una razón para dudar de él: Si te ha mentido antes, te mentirá de nuevo. Otra forma de saber que no es alguien de confianza es si tiene antecedentes de infidelidad.
Sus patrones de comportamiento han cambiado: Ya sea que vivas con él o no, puedes ver claramente que tiene un patrón de comportamientos.
Ya no tiene tiempo para ti: Al principio, podías contar con él para tener citas contigo o simplemente para pasar el rato. Dejó en claro que quería estar contigo tanto como fuera posible.
No eres una prioridad: Tal vez tengas una boda familiar a la que asistir y le pides que sea tu cita con mucha anticipación. Crees que esta es una petición razonable. Pero él inventa excusas por las que no puede ir.
No quiere que vayas a su casa: Es posible que no lo hayas pensado al principio cuando empezaste a salir con él. Pero siempre se ofrece a ir a tu casa.
Nunca está disponible los fines de semana: Digamos que se conocieron en una aplicación de citas y han salido a tomar algo temprano en la noche cada vez. O se reúnen para almorzar durante el día.
Está menos disponible por mensaje de texto por las noches: Siguiendo el mismo tema aquí, si no está disponible para hablar contigo tanto durante las tardes y la noche, podría deberse a que está con su pareja en esos momentos.
Sus palabras y acciones no coinciden: Es fácil decir algo y es mucho más difícil cumplir con tus acciones. Desafortunadamente, hay muchos chicos que no son hombres de palabra.
Lo has pillado en mentiras: Si dijo que tenía que trabajar hasta tarde una noche, pero tu amiga dijo que lo vio tomando una copa con otra mujer, entonces sabes que está mintiendo.
Tienes un mal presentimiento: Si todo lo demás falla, siempre debes seguir tu intuición. Si tu instinto te grita “está mintiendo” o “no puedo confiar en él”, probablemente tengas razón.
3. ¿Puedes y debes confiar en un chico cuando ves estas señales?
Si el hombre con el que estás saliendo exhibe varias o todas las señales mencionadas anteriormente, debes hacerte un favor y comenzar a cuestionar sus acciones.
Debes seguir tu instinto cuando se trata de asuntos del corazón porque, al final del día, se puede confiar en tus instintos más que en él.
