¡Una nueva vida te llama! Guía completa para dar un giro a tu existencia

Estás barajando la posibilidad de iniciar un capítulo nuevo, o incluso un libro completamente diferente, en tu vida. Estás pensando en dejar atrás todo lo que conoces y comenzar de cero en un lugar completamente distinto. Quizás estés considerando mudarte a una nueva ciudad o incluso a un país completamente diferente. Tienes una vida estable donde te encuentras ahora, pero algo te impulsa a dar el salto y realizar uno de los cambios más importantes posibles.

Preguntas que debes hacerte

Por supuesto, esta no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Es una decisión que marcará una gran diferencia en el curso que tomará tu vida a partir de ahora. Y eso es increíblemente emocionante, pero también puede ser abrumador.

Si estás indeciso sobre qué hacer o si estás convencido de que has tomado la decisión correcta pero solo quieres asegurarte de ser sensato, entonces es hora de hacer una introspección.

Debes hacerte las grandes preguntas y darte algunas respuestas honestas. Después de todo, un nuevo comienzo puede ser increíble, pero nunca es un paseo por el parque. Te enfrentarás a desafíos.

Hay preguntas que debes hacerte antes de dar el paso, y las prioridades de cada uno serán diferentes. Estas son algunas de las preguntas más importantes que te ayudarán a aclarar lo que realmente quieres y cómo funcionará todo tanto a nivel práctico como emocional para que estés preparado para lo que te espera.

1. ¿Qué te motiva?

¿Qué es lo que no te gusta de tu situación actual?

¿Las personas? ¿Las oportunidades laborales? ¿El estilo de vida? ¿El clima?

¿Hay algo en tu hogar actual que no sea ideal o te están empujando activamente a irte?

Es importante no huir de tus problemas, porque si dejas las cosas sin resolver, podrían seguirte a dondequiera que vayas.

2. ¿Qué te atrae?

¿Hay algo en el lugar que tienes en mente que te atraiga?

Aunque puede que simplemente hayas clavado un alfiler en un mapa, y algunas personas simplemente se levantan y se mudan cuando les apetezca, probablemente no sea una decisión aleatoria que hayas tomado.

Hay una razón por la que lo estás haciendo y una razón por la que, con todo el mundo disponible para ti, has elegido ese lugar en particular.

Quizás te mudes por un trabajo o por alguien importante.

Si ese es el caso, pregúntate si alguna vez habrías considerado mudarte al lugar en cuestión si no fuera por esa cosa en particular que te atrae.

Si hay otras razones por las que te mudas, estas ayudarán a aliviar un poco la presión sobre ese trabajo soñado o relación, que de otro modo podría tener dificultades para cumplir con tus expectativas.

3. ¿Puedes verte viviendo allí?

En tu mente, ¿puedes imaginarte viviendo allí?

¿Puedes visualizar cómo sería tu hogar y qué podrías hacer los fines de semana?

Cuando lo imaginas, ¿parece real y tangible o tienes dificultades para imaginarte allí en absoluto?

4. ¿Qué te detiene?

La respuesta a esto podría ser “nada”, pero si estás leyendo esto, probablemente aún no estés convencido de que dejar todo atrás sea el curso de acción correcto para ti…

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… y eso podría deberse a que hay alguien o algo que te detiene.

Sé honesto contigo mismo acerca de lo que es y reflexiona sobre si estás dispuesto o no a dejar que dicte tu vida.

5. ¿Cuánto tiempo llevas soñando con esto?

Algunos espíritus libres toman decisiones de la noche a la mañana, y esa puede ser una manera maravillosa de vivir la vida si estás dispuesto a enfrentar las posibles consecuencias.

Sin embargo, si eres más cuidadoso que despreocupado, piensa cuánto tiempo has estado soñando con esto.

¿Es solo un capricho que olvidarás dentro de unas semanas o es algo que ha estado bullendo durante años y que finalmente tienes la oportunidad de hacer?

6. ¿Cómo financiarás tu nueva vida?

Es posible que te estés mudando específicamente por un trabajo y no tengas que preocuparte demasiado por el aspecto financiero.

Pero si no es así, este será una de tus principales preocupaciones.

¿Tienes ahorros para mantenerte a flote si toma un tiempo encontrar un trabajo?

¿Planeas vivir de tus ahorros por un tiempo y tomarte un descanso bien merecido?

¿Tienes una idea de cómo es el mercado laboral allí?

¿Tus calificaciones serán válidas?

¿Cómo vas a encontrar un trabajo?

¿Tienes los conocimientos lingüísticos necesarios?

7. ¿Prosperará tu carrera? ¿Es importante para ti?

Si tu carrera es una prioridad para ti en este momento, ¿será esta una buena decisión a largo plazo o te preocupa que puedas llegar a lamentarlo?

O, ¿tener una carrera sólida en la que puedas progresar se encuentra actualmente bastante bajo en tu lista de prioridades?

Esa es totalmente tu prerrogativa y una elección muy válida, ya que hay mucho más en la vida que el trabajo…

… pero sé honesto contigo mismo acerca de tus ambiciones y si, en caso de que quieras ascender en esa “escalera corporativa”, esta decisión te ayudará a alcanzar el siguiente peldaño.

8. Si tienes un trabajo esperándote, ¿qué tan seguro es?

Si te estás mudando y solo te vas por un trabajo, entonces debes estar seguro de que es algo en lo que puedes confiar.

¿Es un contrato temporal o permanente? ¿Cómo te sentirías si el trabajo no funcionara?

9. ¿Dónde vivirás? ¿Con quién?

¿Te gustaría vivir solo? Si es así, ¿te sentirás solo? ¿Podrás permitírtelo?

¿Te gustaría compartir una casa o un apartamento? ¿Cómo encontrarás uno? ¿Has investigado opciones?

Es importante tener una idea clara de lo que esperas de tu alojamiento y si es realista.

10. ¿Tienes un fondo de emergencia?

Si todo va mal, ¿tienes un colchón de dinero que te respalde?

Algunos tenemos la suerte de tener familias que podrían rescatarnos si fuera necesario, pero otros no.

Por mucho que tu familia te quiera, es posible que no se encuentren en una posición financiera para ayudarte si lo necesitas.

Por lo tanto, debes asegurarte de tener algo de dinero ahorrado al que puedas recurrir en caso de emergencia.

11. ¿Cómo es el costo de vida en tu posible nuevo hogar?

¿El costo de vida es más alto o más bajo que donde vives actualmente? ¿Podrás permitírtelo?

¿Cómo son los precios de alquiler normalmente? ¿Podrás ahorrar más dinero que ahora o menos?

¿Cuál es el costo de salir a comer y qué tan caro es viajar?

¿Tendrás que reducir la cantidad de veces que sales a comer por semana o podrás aflojar un poco los cordones de la bolsa?

¿Qué tan importante es para ti poder salir y socializar?

12. ¿Existen restricciones de visa?

Esta es la parte aburrida.

Por mucho que a todos nos encantaría poder vagar libremente por este hermoso planeta, las fronteras y las visas siguen siendo algo muy importante.

Si vas al extranjero, ¿podrás obtener una visa para el país en cuestión?

¿Cuánto tiempo te permite quedarte esa visa allí? ¿Podrías quedarte a largo plazo si quisieras?

13. ¿Qué pasa con la atención sanitaria?

Nadie es inmortal, por lo que debes tener muy claro tus arreglos de atención sanitaria antes de ir a cualquier lugar.

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Tu país puede tener un acuerdo recíproco con el país al que vas, pero generalmente deberás asegurarte de tener una póliza de seguro adecuada que te cubra en el lugar donde vas a estar y en las actividades que vas a realizar.

14. ¿Qué estás dejando atrás?

Piensa en todas las cosas que tienes en tu vida actual, ya sea tu trabajo, tus amigos, tu familia, tu hogar o tu pareja, y pregúntate si realmente estás dispuesto a renunciar a todo eso.

Si has llegado a esta etapa, la respuesta bien podría ser sí, pero debes asegurarte de ser plenamente consciente de exactamente lo que estás dejando atrás.

Después de todo, como dicen, no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

15. ¿Qué harás con tus cosas mientras estás fuera?

¡Y volvemos a lo práctico!

Es casi seguro que has acumulado muchas cosas durante tu tiempo en este planeta.

¿Qué vas a hacer con ellas?

¿Te las llevas todas? ¿Tus padres están dispuestos a sacrificar espacio para que guardes tus cosas? ¿Podrías dejar algunas cosas con amigos? ¿Tendrás que pagar por el almacenamiento?

Y, ¿qué tan apegado estás realmente a todos esos objetos físicos? ¿Podrías vender todo lo que no quepa en una maleta y disfrutar de una vida minimalista?

16. ¿Necesitas llevar muchas cosas contigo? ¿Cuánto costará?

Si planeas mudarte con todo, llevar varias maletas o incluso muebles, ¿cuánto costará llevar todo allí? ¿Cómo funcionará logísticamente?

17. ¿Tienes un plan de respaldo?

Imagina que todo se desmorona.

Imagina que nada se desarrolla como quieres.

¿Qué harás?

¿Darás media vuelta y volverás a casa? ¿Te quedarás y harás que funcione? ¿Tienes otro gran plan en mente?

18. ¿Tienes una red de apoyo en marcha con la que puedas ponerte en contacto?

La belleza de la era moderna es que no importa qué tan lejos estemos de nuestros amigos y familiares, están a solo una llamada telefónica o videollamada de distancia.

¿Quiénes son las personas con las que sabes que podrás contar cuando necesites su apoyo?

19. ¿Lidas bien con la soledad?

Mudarse a un lugar nuevo puede ser increíblemente emocionante, pero la soledad es una realidad.

Te llevará unos meses encontrar tu camino y encontrar a tus amigos, y esos primeros meses pueden ser muy solitarios.

Es posible que hayas conocido gente, pero te llevará un tiempo construir amistades y una nueva red de apoyo, lo que significa que terminarás pasando mucho tiempo solo.

¿Lidas bien con la soledad?

No es algo fácil de experimentar, pero algunas personas son naturalmente más independientes y autosuficientes que otras.

Admitir que tienes dificultades para estar solo no es una razón para no dar el salto, pero es importante esperar que los primeros meses sean un poco difíciles y estar preparado para seguir adelante.

20. ¿Estás abierto a adaptarte a una nueva cultura?

En tu nuevo hogar, es probable que las cosas no funcionen como en tu país de origen.

Debes estar abierto a adoptar una nueva cultura y adaptarte a la forma en que se hacen las cosas.

No estoy diciendo que necesites cambiar completamente tu forma de comportarte y operar, pero debes estar abierto a cambiar pequeñas cosas para adaptarte a lo que se considera educado o cómo está estructurada la vida en la ciudad o país que has elegido.

21. ¿Te esforzarás por hacer nuevos amigos?

Los amigos no van a venir a ti.

Es posible que no tengas mucha práctica en el arte de hacer amigos si nunca te has mudado a un lugar nuevo, pero debes estar dispuesto a salir y hacer un esfuerzo.

Eso podría implicar ir a eventos sociales, tomar clases, practicar deportes…

Debes obligarte a hacer ofertas de amistad a las personas que te agradan y hacer un esfuerzo por construir la conexión.

Acepta el hecho de que la mayoría de las personas ya tienen su vida y sus amigos y están ocupadas, por lo que es posible que tengas que esforzarte un poco más de lo que crees para crear un vínculo.

22. ¿Podrían tus expectativas ser demasiado altas?

¿Tienes expectativas poco realistas de cómo va a ser?

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Claro, es posible que te estés mudando al paraíso, pero aún habrá momentos difíciles.

Es mejor esperar que las cosas sean difíciles, así que si todo sale perfectamente según lo planeado, es una sorpresa agradable.

23. ¿Es esto permanente o por un período de tiempo determinado?

¿Vas por 6 meses? ¿Un año? ¿Tres años? ¿Es posible que, si todo va bien, te quedes para siempre?

¿Te mudarás a otro lugar o volverás a tu hogar actual?

24. Si no lo haces, ¿te arrepentirás?

Si decides no dar el salto, ¿será algo que se te quede en la mente?

En diez años, ¿te arrepentirás de no haber aprovechado esta oportunidad?

¿Sería mejor intentarlo y que todo se desmorone, que nunca intentarlo?

Preguntas frecuentes

P: ¿Qué me está empujando a irme?
R: Evalúa los aspectos que te hacen sentir insatisfecho con tu situación actual, como las personas, las oportunidades laborales, el estilo de vida o el clima. Identifica si estás escapando de problemas o si te sientes motivado para irte.

P: ¿Qué me atrae hacia mi nuevo destino?
R: Explora las razones que te hacen querer ir a ese lugar específico. Considera si te mueve un trabajo, una relación o si hay otros factores que hacen que te parezca atractivo.

P: ¿Me veo viviendo allí?
R: Visualízate viviendo en tu nuevo destino. Imagina tu hogar, tus actividades de fin de semana y si te sientes conectado con el lugar.

P: ¿Qué me impide irme?
R: Sé honesto sobre los factores que te retienen. Identifica a las personas o situaciones que podrían influir en tu decisión y evalúa si estás dispuesto a dejarlos atrás.

P: ¿Cuánto tiempo llevo soñando con esto?
R: Reflexiona sobre cuánto tiempo has considerado mudarte. Distingue entre un impulso momentáneo y un deseo que ha estado presente durante un tiempo prolongado.

P: ¿Cómo financiaré mi nueva vida?
R: Determina si tienes ahorros o ingresos estables para mantenerte durante el proceso. Considera los costos de alojamiento, alimentos, transporte y otros gastos.

P: ¿Prosperará mi carrera en mi nuevo destino?
R: Evalúa si tu mudanza mejorará tus perspectivas laborales o si podría obstaculizar tu crecimiento profesional.

P: ¿Mi trabajo es seguro si me mudo por él?
R: Si tu mudanza depende de un trabajo, asegúrate de que sea un contrato estable. Considera las posibles consecuencias si el trabajo no funciona.

P: ¿Dónde viviré y con quién?
R: Decide si prefieres vivir solo o compartir alojamiento. Investiga las opciones de vivienda y asegúrate de que se ajusten a tus necesidades y presupuesto.

P: ¿Tengo un fondo de emergencia?
R: Crea un colchón financiero para cubrir posibles imprevistos y emergencias.

P: ¿Cuál es el costo de vida en mi nuevo destino?
R: Compara el costo de vida con el de tu ubicación actual. Considera los gastos de alquiler, comida, transporte y entretenimiento.

P: ¿Hay restricciones de visado?
R: Investiga los requisitos de visado para el país de destino. Verifica la duración de la estadía permitida y los posibles requisitos de residencia a largo plazo.

P: ¿Cómo es el sistema de salud?
R: Infórmate sobre los servicios de salud disponibles y asegúrate de contar con un seguro médico adecuado.

P: ¿Qué dejaré atrás?
R: Valora los aspectos positivos de tu vida actual, como tu trabajo, amigos, familia y hogar. Determina si estás dispuesto a renunciar a ellos.

P: ¿Qué haré con mis pertenencias?
R: Planifica cómo almacenar o transportar tus pertenencias. Considera vender artículos innecesarios o alquilar un espacio de almacenamiento.

P: ¿Tengo un plan de respaldo?
R: Prepárate para posibles contratiempos o cambios de planes. Determina cómo manejarás situaciones inesperadas y qué alternativas tienes.

P: ¿Tengo una red de apoyo en el nuevo destino?
R: Identifica a las personas con las que puedes contar para apoyo emocional y práctico.

P: ¿Lidio bien con la soledad?
R: Reconoce que la mudanza puede generar sentimientos de soledad. Evalúa tu capacidad para manejar la soledad y prepárate para los primeros meses de adaptación.

P: ¿Estoy abierto a adaptarme a una nueva cultura?
R: Acepta que las cosas pueden funcionar de manera diferente en tu nuevo destino. Muéstrate dispuesto a abrazar nuevas costumbres y perspectivas.

P: ¿Haré el esfuerzo de hacer nuevos amigos?
R: Entiende que hacer amigos lleva tiempo y esfuerzo. Participa en actividades sociales y comunales para conocer personas nuevas.

P: ¿Mis expectativas son demasiado altas?
R: Sé realista sobre las posibles dificultades y desafíos. Espera momentos difíciles y concéntrate en los aspectos positivos de la experiencia.

P: ¿Esto es permanente o por un período determinado?
R: Determina si tu mudanza es temporal o permanente. Considera tus planes a largo plazo y si planeas regresar o continuar en tu nuevo destino.

P: ¿Me arrepentiré si no lo hago?
R: Evalúa si la oportunidad de mudarte es algo que valorarás en el futuro. Considera si te arrepentirás de no haberte arriesgado.

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