Cómo superar los celos en el matrimonio

Los celos pueden ser un tema delicado en una relación. Un poco puede avivar el cariño mutuo, pero en exceso puede distanciarlos.

A menudo los asociamos con relaciones nuevas, pero incluso en el matrimonio, los celos no desaparecen necesariamente.

Los celos suelen estar relacionados con problemas de confianza y es algo que ambos deberán controlar para tener un futuro sólido y próspero.

Cuando los celos se descontrolan, no solo pueden provocar discusiones acaloradas, sino que pueden minar la autoestima y afectar la salud mental.

Tanto si te resulta difícil lidiar con un cónyuge celoso como si son tus propios celos los que te dominan, intenten encontrar juntos mecanismos de afrontamiento para recuperar el control antes de que las grietas en su matrimonio comiencen a ensancharse.

Lee algunos consejos sobre cómo lidiar con los celos en tu matrimonio.

Taba de contenidos:

Cómo lidiar con un cónyuge celoso

Si tu esposo o esposa es celoso, intenta abordar la situación siguiendo estos consejos:

1. Escúchalo

Si tu cónyuge te ataca porque está celoso, puede ser difícil no reaccionar y ponerse a la defensiva. Incluso si sus acusaciones son falsas, ignorarlas no hará que el problema desaparezca.

Los celos provienen del miedo y la falta de autoestima, y al escuchar a tu cónyuge y alentarlo a que hable sobre sus sentimientos, es más probable que descubras el verdadero fondo del problema.

Estés o no de acuerdo con los sentimientos de tu pareja, sus emociones son válidas hasta cierto punto y deben darse mutuamente el respeto de ser escuchados.

Demuéstrale que te importan y que tomas sus sentimientos en serio y que quieren trabajar en esto juntos.

Hablar sobre lo que provocó su reacción y las experiencias pasadas de donde provienen estos sentimientos de inseguridad les dará a ambos una mejor comprensión de la situación. Con este conocimiento, pueden evitar mejor los desencadenantes y prevenir situaciones similares en el futuro.

2. Ve a la raíz del problema

Los celos a menudo se remontan a una experiencia dolorosa en el pasado de alguien y pueden ser un mecanismo de defensa para tratar de evitar estar en la misma posición difícil nuevamente.

Tu cónyuge puede haber sido engañado en una relación anterior, lo que lo llevó a sacar la peor conclusión sobre dónde yace tu lealtad.

Cuando las cosas estén tranquilas y amistosas entre ustedes (es decir, no durante un arrebato de celos), aprovecha la oportunidad para hablar con tu pareja sobre si los celos siempre han sido un tema en sus relaciones y observa si se puede vincular a algún evento.

Al mirar hacia atrás para encontrar la raíz del problema, pueden darse cuenta de que las reacciones de su pareja tienen menos que ver con su relación y más con una herida pasada de la que nunca se han recuperado.

Con esta información, tú y tu pareja ahora tendrán un punto de partida para trabajar al abordar sus problemas con los celos. Ambos tendrán ahora una mejor comprensión de lo que causa sus celos y la capacidad de adelantarse a las situaciones en las que tu pareja podría sentirse desencadenada.

3. No les des razones para estar celosos

Parece simple, pero si sabes que tu pareja se pone celosa fácilmente, no empeores la situación.

No lo harás bien todo el tiempo, pero asegurarte de hacer ese esfuerzo adicional para tranquilizarlo sobre tu compromiso podría marcar la diferencia en cuán seguros se sienten contigo.

Regístrate con ellos si sales por la noche sin ellos, asegúrate de que sepan que son a quienes no puedes esperar a ver cuando regreses a casa. Pequeñas acciones como esta ayudan a evitar que tu cónyuge piense demasiado y saque las peores conclusiones cuando no haya tenido noticias tuyas.

Puede parecer que los estás tranquilizando mucho al principio, pero cuanto más cómodos se sientan, más confiarán en tu sinceridad y menos necesidad habrá de tranquilizarlos.

4. No dejes que las cosas se intensifiquen

Sus acusaciones pueden ser completamente injustas y te sentirás atacado y a la defensiva, pero igualarlos en ira solo empeorará la situación.

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Defenderte no es lo que tu cónyuge quiere escuchar cuando se ha puesto en un estado emocional pensando que has sido infiel. Si están a punto de acusarte, cualquier cosa que digas para contradecirlos solo empeorará las cosas y lo verán como una defensa de tus acciones.

Nadie gana una pelea, siempre es una situación en la que ambos pierden y ambos salen lastimados.

Si las tensiones comienzan a aumentar y calentarse, aproveche la oportunidad para decirles con calma que te importan y reconoce sus sentimientos.

Si la situación sigue siendo tensa y tu cónyuge no quiere escuchar, sugiéreles que ambos se tomen un tiempo para calmarse antes de volver a hablar sobre lo que los molestó tanto.

No se combate el fuego con fuego, así que asegúrate de enfriar la situación antes de trabajar para resolverla.

5. Sé paciente

Las cosas no van a cambiar de la noche a la mañana. Si tu cónyuge es una persona naturalmente celosa, este es un comportamiento arraigado que llevará tiempo cambiar.

Ambos seguirán haciendo cosas mal y los celos seguirán presentes en su matrimonio, incluso si han acordado trabajar para superarlos. Lo importante es cuánto problema dejan que se convierta para ambos.

Sé paciente con tu pareja y reconoce si se están realizando cambios, no cuán grandes son esos cambios.

Implementen pasos productivos en los que trabajar juntos, tal vez eligiendo mostrar más afecto el uno por el otro, pasar más tiempo de calidad juntos o hacer un esfuerzo por estar más en contacto.

Es una curva de aprendizaje por la que ambos tendrán que pasar y no es algo que se pueda arreglar de inmediato. Así que sé paciente, reconoce las áreas que están comenzando a mejorar y celebra lo lejos que han llegado, no lo lejos que tienen que llegar.

6. Sugiere terapia

Por mucho que quieras ayudar a tu pareja y tratar de encontrar una solución entre ustedes, a veces el comportamiento como los celos severos está demasiado arraigado para que cualquiera de los dos lo maneje por su cuenta.

Nadie tiene un manual de instrucciones para un matrimonio y no estamos capacitados para lidiar con los problemas que surgen; solo podemos hacer lo mejor que podamos.

Si tu pareja está realmente luchando por controlar sus celos y no estás seguro de qué hacer al respecto, sugiérele que consulte a un terapeuta o que ambos vayan a terapia de pareja (Relationship Hero es una opción para terapia en línea; haz clic aquí para obtener más información).

Los terapeutas están capacitados para situaciones como estas. Saben las preguntas correctas para hacer y cómo evitar que las discusiones se conviertan en una discusión. Pueden brindarte orientación sobre cómo manejar situaciones difíciles cuando los celos se están convirtiendo en un problema y detenerlos antes de que empeoren.

Buscar ayuda no significa que no puedas manejar tu propia relación; demuestra un compromiso para hacer que las cosas funcionen y mejorarse. No rehúyas pedir ayuda ni dejes que el orgullo o la vergüenza se interpongan en el camino de un futuro feliz.

Cómo no ser un cónyuge celoso

Si son tus celos los que se interponen entre tú y el matrimonio feliz y saludable que deseas, intenta seguir algunos de estos consejos y trabajar hacia una mentalidad menos celosa.

1. Admite que estás celoso

Reconocer y admitir que sientes celos es el primer paso para evitar que una situación se salga de tu control.

La autonegación sugiere que no estás en contacto con tus sentimientos o que no eres realmente honesto contigo mismo. Si no puedes ser honesto contigo mismo sobre cuál es realmente el problema, no podrás superarlo por completo.

Trata de evitar dejar que las emociones se apoderen de ti y que se conviertan en ataques verbales contra tu pareja. En cambio, intenta articular cómo te sientes realmente para que tú y tu cónyuge puedan comprender y solucionar mejor el problema.

Asume la responsabilidad de tus sentimientos. Si sigues criticando a tu pareja o intentas culparla por cómo te sientes, ambos terminarán poniéndose a la defensiva y nada se resolverá. Negarse a reconocer tu parte en el problema solo los alejará más.

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Entenderte a ti mismo y ser abierto sobre tus sentimientos es el primer y más importante paso para eliminar la desconfianza y la negatividad de tu relación y avanzar hacia un matrimonio más saludable y feliz.

2. Reflexiona sobre tus celos y tu comportamiento

Nos apresuramos a culpar a los demás cuando estamos molestos, pero si tus celos son un problema recurrente entre tú y tu cónyuge, ¿alguna vez te has tomado el tiempo de reflexionar si es más un problema “tuyo” que “de ellos”?

No estamos diciendo que tu cónyuge no participe en ello, y podría ser el caso de que no te esté dando el respeto que mereces y esté provocando una reacción tuya.

Pero si los celos han sido una parte permanente de tus relaciones pasadas y presentes, podría ser que estés saboteando tu matrimonio por el bien de tus propios miedos internos.

Tómate el tiempo para pensar cuándo comenzaron tus celos: ¿fue después de que alguien te engañó o te decepcionó? ¿Tu autoestima se vio afectada y te ha resultado difícil confiar en la gente desde entonces?

La autorreflexión te ayudará a reconectarte con tus pensamientos y sentimientos internos y a comprender tus patrones de comportamiento con mayor claridad.

Piensa si automáticamente sacas las peores conclusiones sobre tu cónyuge o creas escenarios en tu cabeza sin tener noticias suyas primero. Podrías estar preparando a tu pareja para que falle sin tener ninguna prueba real de que haya motivos para preocuparse o estar celoso.

Hablar con un familiar o amigo de confianza, o incluso con un terapeuta, puede ayudarte a dar forma y expresar estos pensamientos y a comprenderte mejor a ti mismo.

Aprender a sanar y amarte a ti mismo nuevamente podría ser el cambio positivo que necesitas para arreglar tus celos desde adentro hacia afuera.

3. Habla sobre tus desencadenantes

Los celos no surgen de la nada y las personas tienden a responder a ciertos desencadenantes de forma más emocional que otras.

Descubrir cuáles son esos desencadenantes, ya sea que tu pareja no te envíe mensajes mientras está en una salida nocturna o que no te preste suficiente atención cuando estás con otras personas, puede ayudarte a abordar tus emociones antes de que se intensifiquen y salgan de control.

Hablar con tu pareja sobre cuáles son tus desencadenantes y de dónde provienen ayuda a demostrarles que estás comprometido a trabajar en tu relación y es un paso productivo para controlar tus celos en la causa.

Cuando sientas que estás siendo desencadenado, reconócelo y usa esta autoconciencia para decidir cómo vas a reaccionar. Date tiempo para pensar si la situación realmente vale la pena ponerse celoso o si es solo un desencadenante que está sacando lo mejor de ti.

Pronto comenzarás a ser capaz de diferenciar un desencadenante emocional de un problema real en tu matrimonio y estarás mejor preparado para manejar tus emociones en el futuro.

4. Respeta los límites de tu cónyuge

Por mucho que sean dos personas en una relación juntos, siguen siendo dos individuos que tienen el mismo derecho a su propia privacidad.

Hay una diferencia entre el secreto y la privacidad, y respetar este último es esencial para permitir que la confianza crezca entre ustedes.

Esto significa que debe haber algunos límites para garantizar que cada uno de ustedes brinde al otro el nivel de privacidad que merece.

Revisar teléfonos, correos electrónicos o redes sociales, especialmente sin el permiso de tu cónyuge, es una invasión de su privacidad. Una vez que cruzas esa línea, estás rompiendo la confianza entre ustedes, que a veces puede ser imposible de recuperar.

Si sospechas que tu pareja está siendo infiel, háblale. No permitas que tus sentimientos se apoderen de ti y te rindas a tomar el asunto en tus propias manos. Si te equivocas, podrías estar tirando tu confianza y tu relación para siempre.

5. Corta con tu comportamiento

Ponerse celoso con mucha frecuencia conduce a una confrontación o discusión con tu cónyuge. Las discusiones no son algo del todo malo, pero pueden volverse desagradables e hirientes si lo permites.

Cuanto más se convierta el conflicto tóxico en parte de tu relación, más la dañará, hasta que se rompa definitivamente.

Es fácil perder el control de tus emociones, especialmente cuando te sientes celoso. Antes de que llegue a ese punto, intenta alejarte físicamente de la situación.

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Al tomarte un momento para ti para simplemente respirar y calmar tus emociones, podrás pensar con claridad nuevamente y abordar la situación con una mejor mentalidad. Te das tiempo para procesar tus pensamientos y no solo reaccionar a tus celos.

Al darte esos pocos momentos, podrás articular mejor tus sentimientos, ayudándote a ti y a tu cónyuge a entenderse mejor y encontrar una manera de resolver positivamente la situación sin una gran pelea y palabras hirientes.

6. Aprende a amarte a ti mismo

Los celos pueden provenir de una falta de autoestima y del miedo a que no seas lo suficientemente bueno de alguna manera y que tu pareja te deje por otra persona.

Al aprender a amarte a ti mismo, comenzarás a confiar en que eres más que digno del amor y la atención de tu pareja y que no hay razón para que ellos busquen en otra parte.

Comienza a trabajar el amor propio en tu rutina diaria. Tómate unos minutos cada día para “dedicarte un tiempo a ti”, lee tu libro favorito, tómate tu tiempo en una rutina de cuidado de la piel, disfruta de un pasatiempo.

Lo que sea que te haga sentir bien, empieza a hacerlo más. Di afirmaciones positivas cada día para recordarte todas tus mejores cualidades y trata de no compararte con los demás.

Eres únicamente tú y eso es algo que debe celebrarse. Permítete brillar al máximo siendo tu mayor fanático y dejarás de preocuparte por lo que piensen los demás.

Una vez que te sientas cómodo contigo mismo, pronto verás cómo esta positividad afecta otras áreas de tu vida, incluido tu matrimonio, y los celos se convertirán en un problema mucho menor.

Si no se resuelven, los celos pueden dañar seriamente e incluso romper un matrimonio.

Vivir con la amenaza constante de un arrebato de celos ejercerá presión sobre ambos y dificultará el desarrollo de la confianza y el respeto mutuo.

El matrimonio es un compromiso que hacen el uno con el otro por el resto de sus vidas y es mucho tiempo para vivir bajo la presión que crean los celos.

Es algo que debe abordarse para que ambos puedan relajarse por completo y disfrutar de su matrimonio juntos. Reconocer si tú o tu cónyuge tienen dificultades con los celos es el primer paso para superarlos.

No va a depender solo de uno de ustedes arreglar las cosas; ambos tendrán que dedicar tiempo y esfuerzo para trabajar en ello. Unirse para trabajar en sus problemas reforzará su compromiso mutuo.

Con el apoyo del otro, pueden superar cualquier cosa y crear la relación feliz y duradera que ambos merecen.

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Preguntas Frecuentes

¿Cómo puedo lidiar con los celos en mi matrimonio si mi cónyuge es celoso?

  • Escúchalo atentamente sin ponerte a la defensiva.
  • Intenta llegar a la raíz de los celos, explorando experiencias pasadas que puedan haber desencadenado esa inseguridad.
  • Evita dar motivos para los celos y muestra constantemente tu compromiso.
  • Mantén la calma y no permitas que las discusiones se intensifiquen.
  • Sé paciente, ya que superar los celos lleva tiempo.
  • Considera la terapia si los celos son severos o persistentes.

¿Cómo puedo evitar ser un cónyuge celoso?

  • Reconoce tus celos y admite que los tienes.
  • Reflexiona sobre tus desencadenantes y patrones de comportamiento.
  • Discute tus desencadenantes con tu pareja y muestra tu compromiso de trabajar en ello.
  • Respeta los límites de privacidad de tu pareja.
  • Interrompe tus reacciones celosas tomando distancia para calmarte.
  • Aprende a amarte a ti mismo para aumentar tu autoestima y confianza.
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