Primera cita: Conociendo al desconocido
Las primeras citas pueden ser un cóctel de nerviosismo y emoción. Permiten vislumbrar a la persona que tienes delante y decidir si merece la pena seguir adelante. Hacia la segunda o tercera cita, ya deberías tener una idea bastante clara de si la conexión es lo suficientemente fuerte.
Segunda cita: Del encuentro al descubrimiento
No hace falta mucho tiempo para pasar de una cita a un encuentro más profundo. Si habéis superado la cuarta cita y las siguientes son más largas e incluso en casa del otro, probablemente ya hayáis llegado a esta fase. Si además la intimidad física se ha hecho presente, sin duda habéis pasado de la simple cita al encuentro.
El tiempo importa más que el número
Es más relevante el tiempo total que pasáis juntos que el número de citas en sí. Por ejemplo, una segunda cita que dure un día entero en un parque o en la playa, con cena y copas, es muy diferente a una simple quedada después del trabajo para tomar algo durante un par de horas.
La cantidad de conversación que podéis mantener en un día entero puede crear vínculos mucho más rápido que si se distribuye en varias citas separadas. Y aunque los mensajes entre citas pueden ser útiles, no se comparan con el volumen de palabras que intercambiáis en persona.
El tiempo entre citas también es importante
Aunque los mensajes no sustituyen al contacto en persona, si los periodos entre citas son largos, el vínculo que se crea a través de ellos sigue siendo significativo. Por lo tanto, si solo podéis veros una vez a la semana, los mensajes regulares pueden generar una conexión emocional.
Esto podría reducir en una o dos citas el tiempo necesario para llegar a la fase de encuentro, en comparación con si las citas estuvieran más juntas. El tiempo de separación también permite pensar más en la otra persona, incluso fantasear sobre ella y lo que sería tenerla como pareja. Puede aumentar el nivel de anticipación y hacer que cada cita sea más intensa. Una vez más, esto podría implicar que se necesitan menos encuentros físicos para formar un vínculo fuerte.
Exclusividad y oficialidad: marcando las líneas
Hasta este punto, es posible que sigáis saliendo con otras personas. Pero llegará un momento en que decidiréis que hay una persona con la que queréis comprometeros más seriamente. Alguien que veis con un potencial real como futura pareja.
En este momento, tal vez queráis plantearos la idea de ser exclusivos. La exclusividad implica que dejáis de salir con otras personas y, por supuesto, no mantenéis relaciones sexuales o físicas con nadie más.
Para algunas personas, esto es lo mismo que hacer oficial una relación. Consideran este compromiso suficiente para afirmar que estáis en una relación. Para otros, puede haber una diferencia entre ser exclusivo y estar en una relación. Pueden ver esta etapa como una declaración de intenciones de explorar los aspectos más serios de una relación, pero sin llegar necesariamente a ser una pareja consolidada. Una especie de tanteo del terreno.
Si aún no lo habéis hecho, es posible que conozcáis a los amigos del otro o paséis fines de semana enteros juntos. Incluso podríais hacer pequeñas escapadas de varios días. Este es el momento en el que probablemente tendréis las conversaciones serias que hay que tener si queréis un futuro a largo plazo.
Porque, seamos realistas, puede que aún no hayáis hablado de quién quiere tener hijos y cuántos, dónde queréis estableceros o vuestras actitudes hacia el dinero. Algunas personas pueden considerar que es mejor abordar y resolver estas cuestiones antes de dar el paso definitivo hacia un compromiso total en una relación.
¿Y entonces? ¿Cuánto tiempo se tarda en llegar a esta etapa?
Como hemos dicho antes, no siempre es el número de citas lo que importa, sino la cantidad de tiempo que habéis pasado juntos o la comunicación que habéis tenido entre citas. Básicamente, es una cuestión de conexión emocional más que de un número arbitrario de citas.
Puede que queráis ser exclusivos después de cuatro citas, o puede que os sintáis cómodos esperando hasta la décima cita antes de dar ese paso. Tenéis que preguntaros qué tan seguros estáis de que existe el potencial para una relación larga y feliz, y cómo os sentiríais si siguieran saliendo con otras personas.
Si, después de cuatro o cinco citas, os sentiríais molestos o heridos si salieran con alguien más, es hora de tener esa conversación. Por otro lado, si todavía os gusta la idea de salir con otras personas y mantener vuestras opciones abiertas, no podéis esperar que ellos sean exclusivos con vosotros. Si queréis la exclusividad, tened la conversación. Si no os importa demasiado, podéis esperar un poco más o hasta que expresen su deseo de comprometerse de esta manera.
¿Y cuándo es oficial una relación?
No queremos parecer un disco rayado, pero no hay una respuesta definitiva. Algunas personas considerarán que están oficialmente en una relación después de unas pocas citas. Otros pueden querer esperar hasta que hayan tenido diez o más citas antes de comprometerse.
El número de citas que deseéis esperar antes de formalizar una relación será algo personal para vosotros. Con suerte, la otra persona estará en la misma onda, o podría haber problemas.
Si una de las partes quiere ser novio y novia (o cualquier combinación) y la otra no está preparada, puede crear una tensión real. La persona que no se siente preparada puede sentirse presionada a comprometerse y esto puede hacer que se aleje para ganar algo de espacio y perspectiva.
O puede que os encontréis en lo que se conoce como una “situación”, en la que estáis juntos, pero no de forma oficial. Sois exclusivos, pero no estáis realmente pensando en el largo plazo como pareja. Simplemente vivís el día a día y disfrutáis de las cosas como son.
¿Cuándo puedo llamarle mi novio/novia?
Generalmente, es mejor esperar hasta que os hayáis convertido en una pareja oficial, donde ambas partes estén de acuerdo sobre lo que puede deparar el futuro, antes de utilizar los términos novio y novia. Esas etiquetas son signos de una relación comprometida. Hablan de un vínculo emocional que va más allá de salir o verse con alguien, e incluso más allá de ser exclusivo con alguien.
Preguntas frecuentes
¿Cuántas citas son necesarias antes de empezar a “salir” con alguien?
Normalmente, después de la tercera o cuarta cita se empieza a considerar que se está saliendo con esa persona.
¿Cuántas citas son necesarias antes de empezar a “ver” a alguien?
Suele ocurrir entre la quinta y la sexta cita, cuando las citas empiezan a ser más largas y se empiezan a compartir espacios más íntimos.
¿Es más importante el tiempo que se pasa juntos que el número de citas?
Sí, el tiempo que se pasa juntos es más relevante que el número de citas. Cuanto más tiempo se comparta, más rápido se desarrolla el vínculo.
¿Es importante el tiempo entre citas?
Sí, los mensajes entre citas ayudan a crear una conexión emocional, especialmente si las citas son espaciadas. También permite reflexionar y fantasear sobre la persona.
¿Cuál es la diferencia entre “exclusivo” y “oficial”?
Ser exclusivo implica no salir con otras personas y no tener relaciones físicas con terceros. Para algunos, esto equivale a tener una relación oficial. Para otros, es una fase previa a una relación más seria.
¿Cuántas citas son necesarias para hablar de exclusividad?
Depende de la conexión emocional y el tiempo compartido. Para algunos, es después de cuatro citas, mientras que para otros, es después de diez.
¿Cuántas citas son necesarias para tener una relación “oficial”?
No hay un número definido. Algunas personas se consideran en una relación oficial después de unas pocas citas, mientras que otras prefieren esperar más.
¿Cuándo puedo llamarle mi novio/novia?
Generalmente, es apropiado utilizar estos términos cuando ambos están de acuerdo en que están en una relación oficial y comprometida.
¿Cuántas citas son necesarias para el primer beso?
No hay una respuesta única. Algunas personas se besan en la primera cita, mientras que otras prefieren esperar.
¿Cuántas citas son necesarias para tener sexo?
Depende de las preferencias personales y del nivel de comodidad. Algunas personas prefieren esperar al matrimonio, mientras que otras tienen relaciones sexuales después de unas pocas citas.