Las primeras citas tienen mala reputación y por una buena razón. A menudo son terribles. Todo lo relacionado con una primera cita apesta. La preparación, los nervios, la incomodidad y tal vez incluso la cita puede ser horrenda.
Claro, estás conociendo a alguien nuevo. A veces surgen chispas, pero ¿con qué frecuencia sucede realmente eso? Solo alrededor del 20% de las primeras citas conducen a una segunda cita. Por lo tanto, la mayoría de las primeras citas realmente no son demasiado impresionantes.
¿Por qué nos convencemos de que las primeras citas son mejores de lo que son?
Si le preguntaras mientras estaba yendo a estas primeras citas cuáles eran mis factores decisivos, podría darte una lista. Pero, cuando esas cosas realmente surgieron en una cita, las barrí debajo de la alfombra para ignorarlas o lidiar con ellas más tarde. Si estaba pasando por la ansiedad y la presión de una primera cita, quería que importara. Quería que saliera bien y condujera a algo más. Incluso si no fuera así.
1. Quieres que el esfuerzo valga la pena
Cuando pasas por la ansiedad de una primera cita, quieres que funcione. Quieres que ese esfuerzo valga la pena. Te convences de que es mejor de lo que era para no sentir que perdiste el tiempo o, peor aún, que fracasaste.
2. Estás usando gafas de color rosa
Incluso si eres exigente con quién sales, la primera cita viene con un par de gafas de color rosa gratis. Ves las cosas malas pero con buena luz.
Estos sentimientos de sobreinterés en alguien que nos gusta pueden ser causados por la desesperación. Sé que suena mal, pero el deseo de tener pareja puede ser más inteligente que el deseo de tener la pareja adecuada.
Con esto, no estoy diciendo que debas descartar cada cita no perfecta, pero no estaría de más mirar las primeras citas por lo que realmente son, en lugar de por lo que las construimos para que sean.
