Después de una ruptura, puede que no estés seguro de si estás listo para lanzarte a una nueva relación. Puede que estés saliendo y mezclándote con otros solteros, pero puede ser difícil saber si estás buscando una relación seria o simplemente tratando de llenar el vacío que dejó tu última relación.
Una de las formas en que lidiamos con el duelo es arremetiendo y expresando nuestra ira contra la persona que causó el dolor o contra la situación misma. No es raro estar enfadado con tu ex, pero tampoco es sano quedarse en la ira. Una forma segura de saber que estás emocionalmente preparado para una nueva relación es cuando ya no sientes la ira que suele acompañar a una relación que terminó mal.
2. No comparas a las nuevas personas con tu ex
Jugar al juego de las comparaciones es una señal de que puede que no hayas superado por completo a tu ex. Cuando sales con alguien, ¿te fijas en las pequeñas cosas que hace tu cita que te recuerdan a tu ex? ¿Conviertes a tu ex en un patrón de medida con el que comparas a otras posibles parejas? ¿Sales con esta persona únicamente porque te recuerda a tu ex?
Puede haber momentos en los que no puedas evitar hacer alguna comparación, y eso está bien. Sin embargo, lo que debes tener en cuenta es cuando siempre estás intentando enfrentar a esta nueva persona con tu ex. Si sigues haciéndolo, o si parece que no puedes evitarlo, entonces puede que necesites algo más de tiempo para dejar atrás el pasado.
3. Has encontrado tiempo para disfrutar de tu soltería
No mucha gente se da suficiente tiempo para disfrutar de la soltería, porque deja que su soledad la empuje a entrar en una nueva relación inmediatamente. Pero intentar genuinamente disfrutar de estar soltero puede ser muy útil para convertirte en una persona más equilibrada. Este es el momento en el que puedes hacer prácticamente lo que quieras, sin tener que responder ante una pareja. Puedes hacer cosas solo y estar seguro. Esto te permite fomentar la independencia, al tiempo que te muestra que estar soltero no es algo tan malo. Tomarte el tiempo para disfrutar de esta fase te permite centrarte más en las cosas que quieres, sin buscar la guía de una pareja.
