Ir de compras con tu chica puede ser considerado como una de las actividades más complicadas en una relación. Está plagado de preguntas capciosas, mucha espera y revisar estantes de cosas que prácticamente parecen todas iguales. Así que para todos los hombres que han sido invitados a acompañar a sus esposas y novias de compras, vayan con cuidado.
Consejos para sobrevivir a una tarde de compras con tu chica
1. Lleva lo esencial
No es como ir de campamento, donde necesitas llevar un montón de cosas contigo. Lo que necesitas puede caber en la palma de tu mano y en tu mente. Esto es lo que debes llevar contigo en todo momento en el centro comercial:
- Entretenimiento: Puede ser una consola de juegos portátil, un libro o incluso un rompecabezas de Sudoku. Lo que sea que pueda mantener tu mente ocupada mientras esperas a que tu chica busque algo, te ayudará a salir adelante.
- Calzado cómodo: Es bien sabido que cuando las parejas están en el centro comercial, la mujer obtiene un 10 más en su resistencia, mientras que el hombre obtiene un 10 menos. Haz que caminar por las tiendas sea algo fácil con zapatos cómodos.
- Hidratación: Esto es completamente opcional, pero puede ser útil tener una botella de agua a mano para que puedas seguir el ritmo. Esperar, caminar y defender tu opinión sobre su elección de compras puede ser un trabajo sediento.
- Una opinión: Esto es, con mucho, lo más importante que necesitas tener contigo. No puedes simplemente dar respuestas monosilábicas y vagas como “Está bien” o “Está bien”. Tendrás que explicar por qué la blusa rosa se ve mejor que la morada.
2. Escenarios posibles y las mejores maneras de lidiar con ellos
Ahora hablemos de posibles escenarios y cosas que tu chica podría decirte mientras se prueba un montón de cosas. Esa opinión de la que hablamos antes definitivamente será útil cuando empiece a preguntar lo siguiente:
- “¿Esto me hace ver gorda?” Nunca, bajo ninguna circunstancia, respondas con un “sí” o un “no” sin seguirlo con una explicación. Si la prenda de hecho la hace ver gorda, no asientas inmediatamente. En cambio, di algo como: “Creo que la más oscura se ve mejor” o “La que te probaste antes parecería que favorecería mejor tus curvas”. Evita decir algo como “demasiado apretado”, “poco favorecedor” o “no puedo respirar con eso”. Puede que sepa lo que estás insinuando, lo guarde en su memoria y lo use como munición en las discusiones. Si la prenda la hace ver esbelta y delgada, puedes incluir un pequeño cumplido como: “¡Vaya, tu entrenamiento está haciendo maravillas en tu figura!” o “Eso realmente favorece tu cintura/brazos/caderas/piernas”.
- “¿Prefieres la roja o la azul?” Los colores son muy importantes para las mujeres. Ciertos colores las hacen sentir femeninas y delicadas, mientras que otros colores las hacen sentir más seguras y vibrantes. Para responder a preguntas como esta, es posible que debas saber un poco más sobre sus patrones de vestimenta. Cuando hayan estado saliendo por un tiempo, ya sabrás su color favorito, por lo que puedes decir algo como: “¡El rojo siempre se ve genial en ti!”. Pero si sientes que apenas usa algo más, puedes decir suavemente algo como: “El azul en realidad se ve bien en ti. Tal vez deberías probar el azul para variar”. Por otro lado, si no han estado saliendo por un tiempo, puedes investigar un poco sobre qué colores complementan ciertos tonos de piel, colores de cabello o incluso colores de ojos. Por ejemplo, si tu chica tiene hermosos ojos verdes, dile que los verdes realmente resaltan su color. Si tiene un bronceado cálido y agradable, el dorado y el naranja son dos colores que seguramente complementarán su brillo veraniego.
- “¿Este lápiz labial se ve bien en mí?” Chicos, es posible que las mujeres no siempre nos demos cuenta de que no pueden ver la sutil diferencia entre dos tonos de lápiz labial aparentemente idénticos. Por lo que sabemos, a menos que seas artista o diseñador, solo hay cuatro tonos de lápiz labial: rojo, rosa, naranja y marrón. Pero eso no significa que no pidamos tu opinión de todos modos. Si un recordatorio amable de que ya tiene todos los colores posibles para productos para los labios no funciona, complacela de todos modos. Elige el que realmente se vea bien en ella. Y si todos se ven bien, simplemente básate en el que tenga el envase bonito. Esto suele ayudar a acelerar el proceso.
- Estás empezando a cansarte. Bajo ninguna circunstancia debes hacer pucheros, gruñir o fruncir el ceño cuando vayas de compras con tu chica. Si ella incluso capta un olor a disgusto, se convertirá en su disgusto. Puede que te pregunte por qué te molestaste en venir, si vas a ser tan amargado. Y entonces podría estar demasiado desanimada para seguir comprando. Tienes que darte cuenta de que ir de compras puede ser extremadamente terapéutico para las mujeres. Puede ser una forma de aliviar el estrés, por eso la terapia de compras es una frase tan popular. No le quites este momento a tu chica. ¡Imagínate si ella comienza a hacer pucheros y fruncir el ceño mientras miras las finales de la NBA!
3. Consejo profesional final: Un horario puede ser un salvavidas
Puedes ser sorprendido con la guardia baja cuando tu chica de repente quiere ir al centro comercial, sin tener idea de lo que quiere comprar. Lo más probable es que termine buscando en todas las tiendas. Y para justificar pasar tanto tiempo buscando algo de lo que ni siquiera está segura, terminará comprando algo para que sienta que su esfuerzo no fue un desperdicio. Lo que puedes hacer para evitar que te arrastre al centro comercial durante horas y horas es tener un horario en mente. Por ejemplo, puedes conseguir una reserva para cenar o entradas para el cine para las 8 pm, y puedes llegar al centro comercial alrededor de las 6:30. Esto le da tiempo suficiente para hacer sus compras, pero no tanto como para que termines agotado. También puedes hacer tus propias compras mientras ella hace las suyas. Y como la mayoría de las mujeres pasan más tiempo probándose cosas, puedes hacer un trato con ella. Por ejemplo, irás con ella a buscar zapatos, pero después tendrás que ir a la ferretería a comprar algo. O puedes aceptar ir de compras con ella, pero eso significa que estás exento de hacer las tareas del hogar una vez que llegues a casa. Son compromisos como este los que pueden dejarlos a ambos satisfechos y felices.