En las relaciones duraderas, las discusiones son inevitables. Si estás casado, es probable que tú y tu pareja tengáis ocasionalmente acalorados desacuerdos. Sin embargo, los gritos tienen efectos psicológicos en una relación, por lo que es crucial controlar tu comportamiento cuando te sientas frustrado.
¿Alguna vez has compartido las peleas recientes con tu cónyuge con tus amigos y te has sentido avergonzado? “¿Somos normales?”, te preguntarás. “¿Es un comportamiento tóxico que no he notado?”.
Los efectos de los gritos de una esposa a su cónyuge (o de un marido) pueden indicar una relación poco saludable. Sigue leyendo para descubrir las consecuencias de gritar a tu pareja y aprende a dejar de hacerlo en una relación.
¿Son normales los gritos en una relación?
Los gritos en las relaciones no son infrecuentes. Las parejas casadas pueden frustrarse en un momento u otro y, en ocasiones, pueden alzar la voz.
Los gritos suelen ser consecuencia de malas elecciones comunicativas. Cuando una persona se siente abrumada y enfadada, la discusión puede intensificarse y un grito puede surgir rápidamente.
Puede parecer inofensivo, sobre todo si va seguido de una disculpa, pero lo cierto es que gritar a un cónyuge tiene efectos psicológicos destructivos.
¿Por qué los gritos destruyen las relaciones?
Los gritos en las relaciones no son algo nuevo. A veces, te acaloras. Es una reacción natural a la frustración.
¿Gritar en una relación es normal?
Enojarse no te convierte en una mala persona, pero la forma de gestionar tu ira puede afectar a la persona que amas.
Las consecuencias de los gritos de un marido a una esposa (o de una esposa a un marido) son:
- Te deja a ti y a tu pareja sintiéndoos fatal
- Cierra la comunicación
- Distorsiona el amor
- Infantiliza a tu cónyuge
Es más probable que digas cosas que no quieres decir cuando dejas que la ira te controle.
Los efectos de gritar a tu cónyuge pueden no aparecer de inmediato, pero con el tiempo tu relación comenzará a deteriorarse. Sigue leyendo para conocer algunos efectos psicológicos de los gritos en una relación.
11 efectos psicológicos de los gritos en una relación
¿Cómo reacciona tu mente cuando tu pareja te grita repetidamente en una relación? Podría provocar problemas de salud mental y también resultar perjudicial para tu relación.
Estos son algunos de los efectos perjudiciales que puedes experimentar si hay gritos en una relación:
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Puede desarrollar depresión
Uno de los efectos psicológicos más habituales de los gritos en una relación es la posibilidad de desarrollar depresión.
Cuanto más experimentes gritos en las relaciones, más impotente te sentirás. Quieres arreglar lo que pasa entre tú y tu cónyuge, pero nada parece funcionar.
Esta impotencia puede llevar a sentimientos persistentes de tristeza y pérdida de interés en la vida cotidiana. La depresión puede provocar sentimientos de inutilidad, pensamientos de autolesión y mala concentración.
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Perjudica la salud mental
Los estudios demuestran que, sobre todo en las mujeres, el abuso verbal está asociado a una peor salud mental. Por ello, una de las consecuencias de los gritos de un marido a su esposa son los problemas de salud mental, como los trastornos de ansiedad, los trastornos alimentarios y un mal bienestar social.
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Genera miedo
Otro de los efectos psicológicos perjudiciales de los gritos en una relación es que te hacen tener miedo de tu cónyuge.
Cuando los gritos en una relación se convierten en un patrón, desintegran la seguridad y la confianza que antes se tenían el uno en el otro.
La calidez y el amor que antes sentías por tu cónyuge se han agriado y ahora sientes como si estuvieras caminando sobre cáscaras de huevo a su alrededor.
Nunca deberías tener miedo de tu pareja. Cuando el miedo a que te griten se apodera de ti, la confianza y el respeto se van por la ventana. Sin respeto y confianza, una relación no puede ser saludable.
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Se fractura la comunicación
Los gritos como medio para resolver problemas se deben a una mala comunicación.
A veces, la gente cree que debe hablar más alto para que se entienda su punto de vista. La verdad es que gritar no permite que tu pareja te entienda mejor. Simplemente la obliga a someterse por miedo.
Nunca querrás que la persona que amas se sienta así. La persona que amas debería poder acudir a ti con cualquier problema que tenga y sentirse segura y validada.
Si quieres dejar de gritar en una relación, empieza por aprender a comunicarte.
Una buena comunicación implica:
- Hablar educada pero honestamente sobre el tema en cuestión
- Elegir el momento adecuado para hablar con tu pareja sobre un problema (por ejemplo, no cuando acaba de llegar a casa después de un largo día de trabajo)
- Hablar como compañeros, no gritar para salirse con la suya
- Alejarte de la situación si te sientes demasiado frustrado o enfadado
- Escuchar a tu cónyuge sin interrumpir
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Llegar a un compromiso sobre el tema en cuestión.
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El amor desaparece
Las investigaciones demuestran que los gritos aumentan la ansiedad, lo que lleva a estimaciones exageradas de la probabilidad de amenaza. En pocas palabras: cuanto más ansioso estés, más probable es que percibas a tu pareja como una amenaza para ti.
Que una persona grite a otra puede ser malo, pero es aún más devastador en una relación. Una vez que tu cerebro empieza a asociar a tu pareja con una persona peligrosa, tu amor comenzará a transformarse en algo horrible.
Los gritos en las relaciones eliminan la inocencia de tu amor y arruinan la intimidad emocional. Este es otro de los efectos psicológicos de los gritos de un cónyuge.
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Activa la hormona del estrés
Otro de los efectos psicológicos de los gritos en una relación es que aumenta el estrés.
Nadie quiere llegar a casa y encontrarse con gritos. Cuando nos gritan, nos hieren los sentimientos y nos ponen nerviosos.
Los efectos psicológicos relacionados con el estrés de los gritos de un cónyuge incluyen, entre otros, cambios en las funciones cerebrales, dolores de cabeza, problemas cardíacos y presión arterial alta.
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Comienza un ciclo de abuso verbal
¿Los gritos en una relación son abuso? La respuesta es sí.
El abuso verbal es alguien que:
- Te insulta
- Te grita
- Te amenaza verbalmente
La gente se grita.
Un estudio revela que las razones más habituales por las que se percibe el abuso verbal son:
- “Están frustrados”.
- “Están borrachos/drogados”.
- “Están ansiosos/estresados”.
- “No pueden verme” (como cuando les gritan por teléfono o reciben agresiones verbales a través de mensajes de texto/videomensajes).
Cuando amamos a alguien, nuestro primer instinto es protegerlo, incluso cuando está haciendo algo malo.
Si te sientes inclinado a defender el comportamiento de tu pareja, recuerda que los efectos psicológicos de los gritos de un cónyuge son mucho peores a largo plazo que la vergüenza/protección temporal que sientes cuando los demás descubren cómo te habla tu pareja.
Cuanto más tiempo haya gritos en las relaciones, más probable es que las parejas acepten el abuso verbal como una parte normal de su vida amorosa.
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Empiezas a creer que no importas
Otro de los efectos psicológicos de los gritos en una relación es que empiezas a creer que tus sentimientos, pensamientos y límites no le importan a tu pareja.
Los estudios demuestran que el abuso verbal destruye la autoestima y perjudica la salud mental y las interacciones sociales. Esto se debe a que el abuso verbal está diseñado para infligir humillación y denigración.
Las consecuencias de los gritos de una esposa a un cónyuge (o de un marido) les llevan a creer que sus sentimientos ya no son importantes.
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Aparece la ansiedad
Uno de los efectos psicológicos de los gritos de un cónyuge es la ansiedad.
La ansiedad provocada por los efectos de los gritos de una esposa a su cónyuge o de un marido que grita a su pareja en las relaciones puede provocar:
- Aumento del ritmo cardíaco
- Ataque de pánico
- Dificultad para concentrarse
- Hiperventilación
- Sensación de fatalidad o pánico.
Cuando te invade la ansiedad, no puedes pensar con claridad. Esto te hace vulnerable en tu relación y puede ser perjudicial para tu psique.
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Hiperactivación e hipervigilancia
Los gritos pueden provocar hiperactivación, un intenso estado de alerta y una mayor sensibilidad a las posibles amenazas. Como resultado, el individuo puede volverse hipervigilante con las emociones y comportamientos de su pareja, intentando constantemente anticipar posibles conflictos o arrebatos.
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Puedes acabar con un trastorno de estrés postraumático
Uno de los últimos efectos psicológicos de los gritos en una relación es el desarrollo de un trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Las personas que sufren TEPT experimentan reacciones tanto físicas como emocionales a sus desencadenantes. Pueden tener insomnio, arrebatos de ira, sentir siempre la necesidad de estar en guardia y sobresaltarse fácilmente, y mostrar un comportamiento autodestructivo.
Los efectos de gritarle a un cónyuge son numerosos. No te lleves (ni a tu pareja) tan lejos como para que el TEPT entre en tu vida.
7 consejos para lidiar con los efectos negativos de los gritos en una relación
Para lidiar con los efectos psicológicos negativos de los gritos en una relación se requiere conciencia de uno mismo, comunicación y estrategias de afrontamiento. Analicemos más a fondo cada uno de los siete consejos para lidiar con los efectos psicológicos negativos de los gritos en una relación:
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Reconoce el impacto
Que te griten puede ser emocionalmente doloroso y degradante. Reconocer y validar tus sentimientos sobre esta experiencia es esencial. Reconoce que tienes derecho a que te traten con respeto y amabilidad en cualquier relación.
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Comunica los límites
Una vez que hayas reconocido el impacto, es crucial comunicar de manera asertiva tus límites a tu pareja. Elige un lugar tranquilo y privado para hablar sobre cómo te afectan los gritos a ti y a la relación. Deja claros tus expectativas para una comunicación más saludable.
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Practica el autocuidado
Participar en actividades de autocuidado puede ayudarte a gestionar el estrés y desarrollar la resiliencia. Encuentra actividades que te aporten alegría y te ayuden a relajarte, como el ejercicio, los pasatiempos o pasar tiempo en la naturaleza. Cuidar tu salud mental y física es vital para afrontar el malestar emocional.
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Desarrolla estrategias de afrontamiento
Es esencial contar con mecanismos de afrontamiento para gestionar las consecuencias emocionales de los gritos. Los ejercicios de respiración, la atención plena y las técnicas de conexión a tierra pueden ayudarte a mantenerte presente y calmado durante los momentos de tensión.
Las herramientas de afrontamiento pueden evitar que te sientas abrumado y pueden facilitar una comunicación más constructiva. También pueden ayudarte a entender cuáles son las cosas que nunca debes tolerar en una relación.
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Busca apoyo
Hablar con alguien de confianza sobre tus experiencias puede ser terapéutico. Puede ser un amigo, un familiar o incluso un grupo de apoyo. Compartir tus sentimientos con otros puede proporcionarte validación y apoyo, ayudándote a abordar los desafíos de manera más eficaz.
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Practica la empatía y la comprensión
Aunque es crucial abordar los efectos negativos de los gritos, trata de entender también las emociones y motivaciones de tu pareja. Esto no significa justificar su comportamiento, sino intentar ver las cosas desde su perspectiva.
Reconocer sus dificultades puede no excusar sus acciones, pero puede facilitar la empatía y potencialmente abrir vías para una comunicación más saludable.
Mira este vídeo para saber más sobre la empatía:
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Busca ayuda profesional
“¿Qué debo hacer si alguien me grita?”
Si los efectos negativos de los gritos persisten y dificultan tu bienestar y la salud de la relación, considera buscar ayuda profesional. Un terapeuta o consejero de pareja puede ayudar a las dos personas a comprender sus patrones de comunicación, superar problemas subyacentes y desarrollar formas más saludables de interactuar.
Al implementar estos consejos, te empoderas para hacerte cargo de tu bienestar emocional y de la calidad de tu relación. Recuerda que abordar los patrones negativos lleva tiempo y esfuerzo por parte de ambos miembros de la pareja, pero puede conducir a una dinámica relacional más positiva y satisfactoria.
Preguntas frecuentes
Estas son las respuestas a algunas preguntas que pueden ayudarte a comprender los efectos de los gritos en una relación y, en última instancia, a saber cuándo es el momento de buscar formas de abandonar una relación:
¿Pueden los gritos causar ansiedad?
Sí, que te griten puede causar ansiedad. Los gritos activan la respuesta de estrés del cuerpo, liberando cortisol, lo que lleva a un aumento de la ansiedad. La exposición frecuente a los gritos puede crear un estado constante de miedo y mayor alerta, contribuyendo a la ansiedad crónica.
El malestar emocional causado por los gritos también puede provocar sentimientos de insuficiencia y dudas, lo que agrava aún más los síntomas de ansiedad.
¿Qué puedes hacer después de que te griten?
Después de que te griten, tómate un tiempo para procesar tus emociones. Comunícate de manera asertiva con la persona para expresar cómo su comportamiento te afectó y establece límites. Practica el autocuidado, participa en actividades calmantes y busca apoyo de amigos o profesionales si es necesario.
Enfócate en estrategias de afrontamiento como la atención plena o los ejercicios de respiración para controlar el estrés y evitar la escalada. También puedes consultar a un experto para aprender cómo evitar que tu pareja te grite.
¿Pueden los gritos traumatizarte?
Sí, puedes quedar traumatizado por los gritos. La exposición frecuente a los gritos o al abuso emocional puede causar un trauma psicológico, dando lugar a síntomas como ansiedad, depresión y baja autoestima.
¿Gritarle a tu pareja es abusivo? Puede ser.
El intenso malestar emocional y el miedo asociados con los gritos pueden tener efectos duraderos en el bienestar mental y las relaciones, impactando en la capacidad de confiar, comunicarse y formar conexiones saludables con los demás.
La comunicación saludable es la clave
Los efectos psicológicos de los gritos en una relación son numerosos.
Las parejas que se gritan pueden desarrollar depresión, miedo, estrés, ansiedad, problemas de comunicación y TEPT.
No es raro que las parejas griten de vez en cuando. Pero, en lugar de vivir el momento de frustración, aprende a detener los gritos en una relación.
No te enfrentes a un cónyuge que grita. En lugar de eso, tómate un tiempo para estar solo y calmarte. Si estos métodos no funcionan, busca asesoramiento matrimonial.
Preguntas frecuentes en español
¿Puede provocar ansiedad el ser gritado?
Sí, ser gritado puede provocar ansiedad. Los gritos activan la respuesta al estrés del cuerpo, liberando cortisol, lo que lleva a una mayor ansiedad. La exposición frecuente a los gritos puede crear un estado constante de miedo y mayor estado de alerta, lo que contribuye a la ansiedad crónica.
La angustia emocional causada por los gritos también puede generar sentimientos de insuficiencia y dudas sobre uno mismo, lo que agrava aún más los síntomas de ansiedad.
¿Qué se puede hacer después de ser gritado?
Después de ser gritado, tómate un tiempo para procesar tus emociones. Comunícate asertivamente con la persona para expresar cómo te afectó su comportamiento y establecer límites. Practica el cuidado personal, participa en actividades relajantes y busca apoyo de amigos o profesionales si es necesario.
Enfócate en estrategias de afrontamiento como la atención plena o los ejercicios de respiración para controlar el estrés y prevenir la escalada. Prioriza tu bienestar y aborda la situación de manera constructiva para fomentar una comunicación y una dinámica de relación más saludables.
También puedes consultar a un experto para aprender cómo evitar que tu pareja te grite.
¿Se puede estar traumatizado por los gritos?
Sí, puedes quedar traumatizado por los gritos. La exposición frecuente a los gritos o al abuso emocional puede causar un trauma psicológico, lo que lleva a síntomas como ansiedad, depresión y baja autoestima.
¿Es abusivo gritarle a tu pareja?
Puede serlo.
La intensa angustia emocional y el miedo asociados con los gritos pueden tener efectos duraderos en el bienestar mental y las relaciones, lo que afecta la capacidad de una persona para confiar, comunicarse y formar conexiones saludables con otros.
La comunicación saludable es la clave
Los efectos psicológicos de ser gritado en una relación son numerosos.
Las parejas que se gritan pueden desarrollar depresión, miedo, estrés, ansiedad, comunicación interrumpida y TEPT.
Gritar y chillar en las relaciones no es algo inaudito. Las personas se frustran de vez en cuando. Pero, en lugar de vivir el momento de frustración, aprende a evitar los gritos en una relación.
No te involucres con un cónyuge que grita. En cambio, tómate un tiempo para estar solo y calmarte. Si estos métodos no funcionan, busca consejería matrimonial.