1. Necesidad de ganarse el afecto
Quienes creen que el afecto es transaccional, condiciándolo a ciertos comportamientos, pueden sentirse obligados a “ganarse” el cariño de los demás. Esto los hace vulnerables a personas que explotan este trauma.
2. Falta de autoestima
Las personas con baja autoestima pueden permitir que otros se aprovechen de ellas porque no sienten que merecen respeto. Creen que merecen un trato deficiente o un castigo por supuestas transgresiones.
3. Límites débiles
Definir límites claros ayuda a establecer lo que es aceptable e inaceptable. Las personas con límites débiles pueden tener dificultades para decir no a las peticiones que les incomodan o agotan.
4. Dificultad para defenderse
Las personas que tienen problemas para defenderse son un blanco fácil para aquellos que buscan aprovecharse de ellas. Pueden temer el conflicto o sentirse culpables por anteponer sus necesidades.
5. Demasiada amabilidad y conformidad
Ser amable y servicial no es lo mismo que ser condescendiente. Las personas demasiado agradables pueden ser percibidas como fáciles de manipular y carentes de límites.
6. Buscar lo bueno en los demás
Aunque es admirable buscar lo bueno en los demás, ser demasiado ingenuo puede ser perjudicial. Algunas personas están motivadas por la avaricia, el caos y el egoísmo, y no tienen interés en cambiar. Aquellos que ignoran esta realidad se vuelven presa fácil para los aprovechantes.
¿Por qué se aprovechan de mí?
Respuesta: Porque pueden hacerlo. Muchas personas aprovechadas no tienen límites y tomarán todo lo que les des si se lo permites. Por eso es importante que seas tú quien decida cuánto quieres dar, en lugar de simplemente abrir la puerta para que otros tomen.
¿Por qué permito que se aprovechen de mí?
Razones comunes:
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Sientes que necesitas ganarte la amistad, el amor o el respeto: Alguien que cree que las amistades y las relaciones son transaccionales puede dejar que otros se aprovechen de ellos porque sienten que necesitan hacer algo para merecer afecto.
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No sientes que mereces respeto: Las personas con una imagen negativa de sí mismas pueden permitir que otros se aprovechen de ellas porque sienten que no son lo suficientemente buenas para merecer respeto.
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Tienes límites débiles: Establecer límites ayuda a definir lo que es aceptable e inaceptable. Las personas con límites débiles pueden tener dificultades para decir no a las cosas que les resultan inconvenientes.
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No te sientes cómodo defendiéndote: Las personas que no pueden decir “no” son fáciles de aprovechar. Quienes se aprovechan de los demás buscarán personas agradables que parezcan estar dispuestas a hacer cualquier cosa.
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Eres demasiado amable y complaciente: La amabilidad no siempre es agradable. La verdadera bondad puede implicar ser honesto con los demás, incluso si es algo difícil de oír. Las personas demasiado amables y complacientes pueden ser vistas como fáciles de manipular.
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Buscas lo bueno en las personas en exceso: Confiar demasiado en que todos son buenos puede cegarte ante las señales de advertencia. Las personas que buscan lo bueno en los demás pueden ser más susceptibles de ser aprovechadas.