1. Identifica el momento en que dejaste de ser feliz
¿Hubo un suceso concreto que te hizo perder tu alegría? ¿Sufriste alguna pérdida? El duelo es un proceso necesario que puede llevar tiempo, pero eventualmente podrás volver a experimentar momentos felices.
Por otro lado, si has notado un descenso gradual en tu nivel de felicidad, puede ser debido a la monotonía o la toma de conciencia de tu propia mortalidad.
2. No persigas la felicidad con demasiada intensidad
Centrarte únicamente en alcanzar la felicidad puede resultar contraproducente. La felicidad surge espontáneamente cuando las condiciones son favorables. Si la fuerzas, te bloquearás mentalmente.
3. Define lo que significa la felicidad para ti ahora
La sensación de felicidad varía a lo largo de la vida. Identifica los ingredientes que componen tu felicidad actual. ¿Es más bien satisfacción o plenitud? ¿Apreciar lo que tienes te hace feliz?
4. Identifica lo que te hace feliz ahora
Lo que te hacía feliz antes puede haber cambiado. Explora nuevas actividades y determina qué te trae alegría y qué no.
5. Detecta los obstáculos para tu felicidad
Pueden ser creencias limitantes, situaciones o personas que te impiden ser feliz. Presta atención a tus pensamientos recurrentes para identificarlos.
6. Acepta que las dificultades son parte de la vida
Aunque intentemos evitarlas, las adversidades son inevitables. Superarlas con resiliencia puede fortalecer nuestro carácter.
7. Cuida de ti mismo
Tu bienestar físico, mental y emocional es fundamental para tu felicidad. Prioriza el sueño, el ejercicio y una alimentación saludable.
8. Libera el control
Asumir el control total es una ilusión. Aceptar que no podemos controlar todo nos libera de la frustración cuando las cosas no salen como queremos.
9. Abandona la búsqueda de la perfección
La perfección es inalcanzable. Esperarla solo te impide disfrutar los logros y encontrar felicidad.
10. Encuentra tu estado de flujo
Cuando estás inmerso en una actividad, el tiempo pasa desapercibido. Este estado de flujo puede generar satisfacción y felicidad.
11. Conecta con los demás
Ayudar a otros te da un sentido de propósito y demuestra que tu contribución es valiosa.
12. Practica la atención plena
Observa el momento presente sin juzgarlo. Esto te permite apreciar las cosas buenas que te rodean.
13. Establece un objetivo y céntrate en tu progreso
Trabajar hacia algo te da esperanza y mejora tu estado de ánimo. Céntrate en los pequeños pasos que das hacia tu objetivo.
14. Empodérate siendo proactivo
Tomar la iniciativa y crear tu propia felicidad es esencial. No esperes que las cosas sucedan, haz que sucedan.
Si sientes que no puedes recuperar la felicidad por ti mismo, no dudes en buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede guiarte y apoyarte en tu camino hacia la felicidad.
Preguntas frecuentes
¿Por qué he dejado de ser feliz?
Puede haber muchas razones para esto, como un acontecimiento específico o una pérdida que haya causado dolor. También puede deberse a que tu nivel de felicidad haya disminuido gradualmente con el tiempo debido a la monotonía de la vida o a la proximidad del final de la vida.
¿Cómo puedo volver a ser feliz?
Hay muchas cosas que puedes hacer para recuperar tu felicidad, como preguntar cuándo dejaste de ser feliz, entender lo que te hace feliz ahora, identificar lo que te impide ser feliz y cuidarte a ti mismo.
¿Por qué son importantes los cuidados personales para la felicidad?
El autocuidado es esencial para la felicidad porque un cuerpo, una mente y un alma bien nutridos y cuidados te permiten sentirte mejor y extraer más felicidad de las situaciones positivas.
¿Cómo puedo controlar la química de mi cerebro para ser más feliz?
Puedes aprender qué actividades pueden provocar la liberación de dopamina, serotonina y endorfinas, que son productos químicos que pueden contribuir a un estado de ánimo positivo.
¿Por qué es importante dejar de lado el control y la perfección?
La necesidad de controlar cada detalle de tu vida y esperar la perfección puede impedir tu felicidad cuando las cosas no salen exactamente como esperabas. Aceptar que tienes un papel en el resultado, pero que no puedes dictarlo, te ayudará a celebrar los aspectos positivos y a encontrar la felicidad donde antes solo encontrabas desilusión.