La palabra tóxico significa venenoso. Aunque pueda sonar duro describir a alguien como tóxico, es una metáfora. Aunque alguien tóxico no está envenenando a la gente, la está drenando de su energía, positividad y otras cualidades saludables.
¿Soy tóxico? Cómo aprender a ver la toxicidad en ti mismo
Las características de una persona tóxica pueden parecer obvias, pero como la mayoría de los comportamientos, son sutiles al principio. También pueden ser más obvias sólo cuando conoces a alguien.
La razón por la que puede que ni siquiera te des cuenta de que eres tóxico es que parte de ser tóxico es ser inconsciente. Si las personas tóxicas supieran que son tóxicas, estarían lidiando con las capas de dolor que hay debajo de ese comportamiento. Debido a que esos problemas no se están tratando, el comportamiento tóxico está a la vista de todos para verlo y sentirlo.
Si no eres consciente de ti mismo o no estás en sintonía con tu pasado y tus sentimientos, hay una posibilidad de que seas tóxico. Sin embargo, hay más posibilidades de que tengas tendencias o rasgos tóxicos.
No todo el que muestra un comportamiento tóxico es una persona tóxica. De hecho, casi todos somos tóxicos de una manera u otra. Se trata de cómo manejamos ciertas situaciones.
Cuando un amigo está celebrando y no puedes evitar sentir celos, o cuando alguien está deprimido y comparas tus peores días con los suyos. Cosas así son tóxicas, pero no te hacen una persona tóxica.
Los rasgos más tóxicos dentro de ti que debes vigilar
La toxicidad en alguien no es una sola cosa, es una colección de comportamientos y patrones que envenenan las relaciones y se interponen en las conexiones saludables.
Si reconoces estos comportamientos en ti mismo, es hora de asumir la responsabilidad y reaprender algunas formas nuevas y más saludables de lidiar con ellos.
La gente te evita
Cierras las críticas
Estás a la defensiva
Te consideras honesto
No escuchas las buenas noticias de inmediato
Experimentas mucho drama
Siempre se trata de ti
No eres amable a menos que te beneficie
Culpas a la gente
No te disculpas
Nunca asumes la responsabilidad
Eres necesitado
Siempre eres la víctima
Mientes
Hablas mal de los demás
Eres negativo
Cómo dejar de ser tóxico y cambiar tu vida para mejor
Sé que estas cosas parecen duras cuando se exponen así, pero cuando eres tóxico, a veces necesitas que te golpeen donde más te duele. Sin ese shock en tu sistema, puedes negar tu comportamiento y seguir adelante como si nada estuviera mal.
Supongo que si te identificas con esos rasgos tóxicos, sabes en el fondo cómo molesta a otras personas. Y ahora sabrás la respuesta a la pregunta que ronda tu mente: ¿soy tóxico?
Sabes cómo se sienten tu familia y tus amigos al respecto. Es difícil de admitir. Es difícil darse cuenta de que puede que necesites cambiar algunas de las cosas básicas de tu personalidad, pero esto no es tu personalidad. Esta es una reacción a problemas más profundos con los que no has lidiado adecuadamente.
Y sí, dolerá lidiar con ellos. Será difícil y largo, pero vale la pena.
Intenta hablar con tus amigos y familiares y pideles que te avisen cuando estés mostrando estos rasgos, para que puedas ser proactivo. Discúlpate con ellos por el comportamiento pasado y hazles saber que estás trabajando en ello.
Cuando vean que estás intentándolo, será más probable que te den una oportunidad y sean comprensivos.
Estos cambios no son fáciles de hacer, y no siempre se pueden hacer solo. No hay vergüenza en pedir ayuda a amigos o a un terapeuta. Pueden guiarte en la dirección correcta con ejercicios y discusiones que te ayuden a desenredar lo que se ha manifestado en un comportamiento tóxico para que puedas vivir una vida más saludable.
Ahora, cuando te preguntes “¿Soy tóxico?”, puede que finalmente tengas tu respuesta. Pero debes recordar que siempre puedes elegir cambiar. Los primeros pasos pueden parecer incómodos y extraños. Pero con un poco de esfuerzo, ¡puedes convertirte en la mejor versión de ti mismo en poco tiempo!
