La naturaleza de la competencia
La competencia, en sí misma, no es negativa. Nos impulsa a superarnos, a esforzarnos más y a disfrutarla en dosis saludables. La victoria libera endorfinas que nos hacen sentir bien.
Sin embargo, las derrotas también pueden desanimar, especialmente si nuestras expectativas son realistas.
La competencia se vuelve perjudicial cuando no la reconocemos ni la controlamos.
Diferencias entre la competencia sana y la destructiva
La competencia saludable no causa daño. El daño abarca una amplia gama de problemas, como:
- Daño a las relaciones sociales por forzar a otros a competir contra su voluntad.
- Aumento de la depresión, la ansiedad y los problemas de salud por el estrés excesivo.
- Deterioro de la autoestima por sentirse insuficiente.
Todos estos factores pueden afectar negativamente a nuestra vida. Una naturaleza competitiva malsana se conoce como hipercompetitividad.
Causas de la hipercompetitividad
Las personas hipercompetitivas suelen estar motivadas por factores externos en lugar de internos. Por ejemplo, una persona competitiva puede centrarse en rendir al máximo. Una persona hipercompetitiva puede estar interesada en lo mismo, pero su enfoque es ganar a toda costa.
Mientras que una persona competitiva puede aceptar una derrota, una persona hipercompetitiva puede desmoronarse o enfadarse con quienes lo hicieron mejor. Pueden tomarlo como un insulto personal por no haber sido lo suficientemente buenos.
Las personas hipercompetitivas pueden buscar la aprobación y reforzar su autoestima. Vinculan sus victorias a su valor personal porque pueden no conocer otra forma.
Pasos para reducir la hipercompetitividad
- Felicita o elogia sinceramente al “ganador”: Esto ayuda a romper las barreras y a pensar en la competencia de forma menos competitiva.
- Pide a tus seres queridos que te avisen cuando seas competitivo: Solicita a tus allegados que te señalen cuando adoptes esa mentalidad para que puedas redirigir tu comportamiento.
- Pierde competiciones intencionadamente: Esto te ayuda a familiarizarte con las emociones asociadas a la derrota y a sentirte más cómodo con ellas.
- Elige objetivos que te mejoren: Céntrate en objetivos que te permitan empoderarte, como completar un maratón o mejorar tus notas.
- No abandones si crees que puedes perder: Sigue adelante, aunque creas que no vas a ganar. Esto te ayudará a ver que está bien no quedar primero.
- Encuentra formas más saludables de validarte: Aprende a valorar tus logros y a estar agradecido por tus habilidades.
- Considera la terapia: Un terapeuta puede ayudarte a identificar las causas subyacentes de tu hipercompetitividad y a desarrollar estrategias de afrontamiento.
Preguntas Frecuentes
¿Qué es la hipercompetitividad?
La hipercompetitividad es un rasgo de personalidad caracterizado por un deseo excesivo de ganar y ser el mejor, incluso a expensas de los demás.
¿Cómo sé si soy hipercompetitivo?
Los signos de hipercompetitividad incluyen:
Sentir envidia o resentimiento hacia los demás que tienen éxito
Participar en conductas poco éticas o deshonestas para ganar
Sentirse ansioso o deprimido después de perder
Tener dificultades para mantener relaciones debido a comportamientos competitivos
¿Qué causa la hipercompetitividad?
La hipercompetitividad puede ser causada por factores internos, como baja autoestima, o por factores externos, como una educación centrada en el éxito.
¿Cómo puedo superar la hipercompetitividad?
Superar la hipercompetitividad requiere un cambio en la mentalidad y el comportamiento. Puede implicar:
Reconocer y validar los logros de los demás
Permitirse perder sin sentirse fracasado
Establecer metas que se centren en el crecimiento personal en lugar de la competencia
Buscar apoyo profesional de un terapeuta o consejero