¿Es tu Familia tan Mala?

Cuando los desacuerdos y la frustración son completamente normales dentro de una familia, también pueden hacer que pierdas la paciencia. Como resultado, te metes en más discusiones y desacuerdos. Las familias lo son todo para nosotros, pero eso puede hacer que sea casi imposible tratar con ellas.

¿Qué Hacer si Sigues Diciendo “Odio a mi Familia”?

Si sientes que realmente odias a tu familia y descubres que lo dices una y otra vez, hay algunas cosas que puedes hacer para cambiarlo. No, no puedes cambiarlos, pero puedes cambiar tus reacciones y cómo lidiar con ellos.

1. Resuelve el Problema

Si sientes que odias a tu familia, hay un problema que enfrentas con ellos que te hace sentir de esta manera. Tienes que resolver el problema antes de poder dejar atrás ese odio.

2. Háblales

Lo más probable es que el problema que necesitas solucionar implique hablar con tu familia sobre lo que está sucediendo. Ahora, esto puede ser realmente difícil si te sientes indignado y molesto, pero tienes que seguir adelante.

3. Habla con Alguien Más

Si estás demasiado enojado o molesto para hablar con los miembros de tu familia sobre lo que está sucediendo, habla con tus amigos al respecto. Esta también es una excelente manera de ver si estás reaccionando de forma exagerada o si estás justificado al sentir odio hacia ellos.

4. Ponte en su Lugar

Si realmente sientes que odias a tu familia porque están siendo injustos o tratándote de una manera que te molesta, ponte en su lugar.

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5. Evalúa tu Propio Comportamiento

¿Estás actuando realmente de manera justa? ¿Tu odio está realmente justificado o estás actuando con un poco de dureza? Muchos de nosotros tendemos a reaccionar de forma exagerada a las cosas que sentimos que son injustas o que nos sorprenden.

6. Sé Realista

Si el problema que enfrentas te hace odiar a tu familia, debes pensar de manera realista. ¿Es realmente justo que los odies en tu situación actual? ¿Es incluso realista que lo que sea que estén haciendo deba hacer que los odies?

7. No lo Digas si no lo Dices en Serio

Decir que odias a tu familia puede causar un daño que es REALMENTE difícil de deshacer si lastima a tu familia. Si realmente estás sintiendo odio hacia tu familia, algo anda mal y debe arreglarse.

8. Habla con un Profesional

A veces, solo un profesional puede ayudarte a darte cuenta de que tal vez no odias a tu familia. Pueden darte formas alternativas de manejar estos problemas o incluso ayudarte a profundizar en por qué te sientes como te sientes.

9. Prueba la Consejería Familiar

En lugar de ir a un profesional tú mismo, haz que toda la familia vaya. Si esto es más grande que un problema dentro de ti y parece estar recurriendo en toda tu unidad familiar, la consejería familiar puede hacer maravillas.

10. Haz una Lista de las Grandes Cosas sobre Ellos

Si empiezas a sentir que odias a tu familia, detente allí mismo y toma un cuaderno. Escribe tres cosas sobre cada miembro de la familia que te gusten o admires.

11. Tómate un Tiempo para Ti

Tal vez estés pasando demasiado tiempo con tu familia. Demasiado de cualquiera puede hacer que incluso la persona más agradable comience a pensar negativamente. Da un paseo, escóndete en tu habitación y simplemente quédate solo para no cansarte de ellos tan fácilmente.

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12. Quédate con un Familiar Diferente por un Tiempo

Si llega al punto en que no estás feliz viviendo bajo el mismo techo que tu familia y no puedes dejar de decir “Odio a mi familia”, entonces deberías retirarte a la casa de otra persona por un tiempo. Pasa un tiempo con un nuevo familiar para calmarte.

13. Reduce tu Estrés

El estrés puede hacer que incluso las personas más positivas sientan odio hacia alguien que las desata. Asegúrate de realizar actividades regularmente que reduzcan tu nivel de estrés. Haz ejercicio, da un paseo por la naturaleza, escucha música o haz lo que sea que te haga sentir tranquilo.

14. Escribe tus Sentimientos sobre Ellos en un Diario

Una técnica para reducir el estrés que más ayudará cuando sigas diciendo “Odio a mi familia” es simplemente escribir esos sentimientos en un cuaderno. Escribe todo tu odio y luego tíralo.

15. Pregúntate qué Harías sin Ellos

Imagina realmente tu vida sin tu familia. No muy bien, ¿verdad? Amamos a nuestra familia, no importa cuán molestos podamos estar con ellos y cuánto pensemos que los odiamos. Al hacer esto, verás cuánto no los odias realmente y, de hecho, los necesitas.

16. Toma algo de Espacio

Ahora, no te tomes un fin de semana libre ni te quedes con alguien más. Si los problemas familiares realmente se han vuelto tan graves y tu odio por ellos simplemente no desaparece, realmente aléjate de ellos.

17. Crea Límites

Si odias a tu familia por tus diferencias religiosas o políticas, asegúrate de no hablar de esas cosas. Sí, estos son temas importantes que son útiles para discutir. Pero si tienes las mismas peleas repetidamente y sientes que estás hablando con una pared, haz que ciertos temas estén prohibidos.

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18. Protege tu Paz

Si tienes que hacerlo, simplemente aléjate. Si surge un tema que te hace odiar a tu familia, aléjate. No necesitas interactuar o contraatacar todo el tiempo. No necesitas usar tu energía y poner en peligro tu paz personal para discutir con ellos.

19. Concéntrate en Ti

Preocúpate por ti, no por tu familia. A veces podemos sentir que odiamos a nuestras familias porque nos preocupamos por lo que piensan de nosotros. Tal vez quieras su aprobación o quieras que te entiendan a ti y a tus elecciones.

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