Mantener una relación saludable no es fácil, sobre todo cuando las cosas se ponen difíciles. Sin embargo, existen varias cualidades que pueden indicar la fortaleza de una relación. Si ambas partes están comprometidas e intencionadas con mantener una relación sana, estas cualidades son un faro de luz que les guía el camino.

Compartiendo intereses y características

Los intereses comunes suelen ser uno de los primeros elementos de una relación. Puede que os conocierais en un partido de vuestro equipo favorito, en el cine con amigos comunes o en una cena de cumpleaños de un amigo. Compartiréis afinidades en vuestras formas de pensar y de expresaros externamente. Aunque uno sea más tranquilo que el otro, no sois totalmente opuestos. Buscáis entretenimiento en lugares similares. Disfrutáis viendo la televisión o compartiendo un periódico.

Aunque a veces las personas encuentran nuevos intereses al entablar una relación con alguien, son los que son comunes desde el principio los que ayudan a proporcionar una base a la relación. ¿Compartís las mismas creencias políticas o religiosas? ¿Os comunicáis de forma similar? ¿Abrazáis valores similares? Si es así, es probable que estéis en una relación con una base sólida y positiva.

Pediendo perdón y perdonando

Pedir perdón es difícil. Perdonar es más difícil. Pero sin ellos, una relación es una bomba de relojería. No todo el mundo desea una disculpa de la misma manera. A algunos les gusta oír las palabras “lo siento”, mientras que otros prefieren que una persona actúe para demostrar que quiere cambiar lo que ha ocurrido. Algunos simplemente quieren un abrazo sincero y seguir adelante, no demorándose en la acción en sí, sino en reparar cualquier daño que esa acción pueda haber causado. Prestad atención a cómo se disculpa vuestra pareja; las formas en que una persona pide disculpas son probablemente las formas en que preferiría recibir una disculpa. Estad dispuestos a perdonar activamente y a ser justos: si se perdona, no puede utilizarse contra la persona en una discusión posterior.

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Voluntad de aprender

Vuestra pareja y vosotros sois dos personas diferentes. Compartís intereses y características similares, pero os habéis criado en hogares y entornos diferentes. Aunque vuestras creencias y valores sean probablemente similares, habéis llegado a tenerlos de diferentes maneras. La voluntad de aprender sobre vuestra pareja es esencial para una relación; no podéis esperar que la persona que amáis se ajuste a vuestro sistema o forma de hacer las cosas. Aprender y llegar a acuerdos son claves para mantener una relación sana.

Es bueno ser diferente

Así como es bueno tener similitudes, también es bueno tener algunas diferencias. Pocas relaciones pueden sobrevivir si los individuos en esa relación son esencialmente la misma persona. Habrá momentos en los que los dos necesitaréis tiempo separados: ¿tenéis diferencias de intereses que os proporcionarían esta oportunidad? Característicamente, es bueno ser diferente. Vuestra pareja es vuestra primera línea de defensa; si hacéis o decís algo que no está bien, es bueno tener a esa persona de confianza que os haga responsable.

El lenguaje del amor

Al igual que con las disculpas, las formas en que amamos pueden variar de persona a persona. Hay cinco lenguajes del amor principales; aunque cada persona recibe y da amor de todas estas maneras, la mayoría de la gente tiene un lenguaje principal en el que comunica el afecto. El contacto físico, tanto sexual como no sexual, puede proporcionar una conexión profunda para algunos. Hacer algo útil o práctico (actos de servicio) demuestra a algunos que su pareja valora su tiempo y esfuerzo. Las palabras de afirmación o elogio son lo que algunos prefieren oír de su pareja como muestra de afecto y gratitud. Dar y recibir regalos, aunque es divertido y agradable para la mayoría de las parejas, puede ser un lenguaje principal de amor para algunos individuos. Por último, algunos valoran el tiempo de calidad; se trata de tiempo pasado juntos sin interrupciones ni distracciones. Tómate el tiempo para aprender sobre el lenguaje de tu pareja y estar dispuesto a cambiar la forma en que le demuestras que le amas.

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Comunicación asertiva

Ser asertivo no es algo natural. Se desarrolla mediante la práctica y el uso en situaciones sociales cuando hay una necesidad o un deseo presente. La asertividad elimina el “qué pasaría si” y el “supongo” de la ecuación. Si ambas partes son capaces de comunicarse asertivamente entre sí, las necesidades, los deseos y las preocupaciones nunca se mantienen en secreto, sino que se comparten de forma sana y positiva. Fomenta la confianza dentro de la relación y crea apertura. Mantenedlo simple; “Quiero…”, “Necesito…”, “Sentí…” son frases que le dan a vuestra pareja información clara y concisa. ¡No hay necesidad de adivinar!

Independencia mutua (1+1=Entero)

Y por último, pero no menos importante, es comprender que no sois media persona. Todos hemos oído la frase “mi media naranja”: este no es el caso. Para construir y mantener una relación sana, es esencial entender que vosotros y vuestra pareja sois dos individuos separados que lleváis vidas independientes, pero juntos creáis una relación completa. Esta es una relación que permite la libertad de expresión y fomenta el crecimiento y el cambio juntos.

Preguntas Frecuentes

¿Cómo mantener una relación sana cuando las cosas van bien?

Es fácil tener una buena relación cuando todo es perfecto, pero la verdadera prueba es cuando las cosas son difíciles.

¿Cuáles son las cualidades de una relación saludable?

  • Tener intereses y características comunes
  • Saber pedir perdón y perdonar
  • Estar dispuesto a aprender del otro
  • Aceptar las diferencias
  • Hablar el “lenguaje del amor” del otro
  • Comunicarse de manera asertiva
  • Entender la independencia mutua
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