¿En qué consiste la amistad?
Las amistades son relaciones inmensamente gratificantes. A diferencia de la familia biológica (o los familiares por medio de la adopción temprana), los amigos son personas que elegimos tener en nuestras vidas. Suelen ser personas afines, que comparten nuestros valores e intereses, y con las que disfrutamos sinceramente pasar el tiempo.
Amistades incómodas o desagradables
Por supuesto, algunas amistades también pueden ser incómodas o desagradables. Esto suele ocurrir cuando los llamados “amigos” son simplemente conocidos que desarrollamos por circunstancias. Por ejemplo, cuando somos amigos de los vecinos, de las personas que van a nuestra escuela, de los compañeros de trabajo, etc.
Las amistades, como todas las relaciones, fluctúan
Como todas las relaciones, las amistades fluctúan y pueden tener sus propios conflictos. Algunas más que otras. Puede que tengas una amistad que nunca tiene ningún tipo de tensión, mientras que otra te causa estrés y drama constantes.
Si has llegado al punto en el que no quieres tener amigos y prefieres un estilo de vida solitario, es una elección totalmente válida. Aunque tener amigos es beneficioso en muchos sentidos, no es absolutamente necesario para sobrevivir.
De hecho, dependiendo de tus circunstancias sociales, puedes sentirte mucho mejor simplemente teniendo un contacto rudimentario con otros seres humanos en lugar de “amistades” más profundas y complejas.
Habla con un terapeuta acreditado y experimentado que te ayude a explorar tu deseo de no tener amigos y a decidir si es realmente lo correcto para ti. Quizás quieras probar a hablar con uno a través de BetterHelp.com para obtener una atención de calidad de la forma más cómoda posible.
¿Por qué no quieres tener amigos?
En primer lugar, es importante entender los factores precipitantes que te hicieron sentir que no quieres tanto contacto humano.
Si sientes que no quieres tener amigos íntimos, es probable que hayas tenido que lidiar con alguna experiencia previa desagradable con ellos.
Como hemos mencionado antes, muchas de las amistades que la gente desarrolla con el tiempo son aquellas que se forman por proximidad. En otros casos, la gente hace amigos en los círculos culturales en los que participa.
Las dificultades surgen cuando estas amistades se desequilibran; cuando uno está perpetuamente tomando y no dando nada a cambio, o cuando uno causa infinitos dramas que afectan a la vida del otro.
Estas son sólo algunas de las muchas razones por las que puedes decidir que no quieres tener amigos:
1. Te han traicionado o herido demasiadas veces
Cuando tus supuestos amigos traicionan tu confianza, revelan secretos que han prometido guardar, te mienten, te roban o se acuestan con tus parejas, es difícil volver a confiar en alguien.
Algunas personas que han pasado por este mal trago demasiadas veces han aprendido la lección de que la única manera de evitar ser traicionado es no dejar que nadie se acerque demasiado.
2. Estás agotado de tener que atender las necesidades de otras personas
Si alguna vez has tenido un amigo que te llama o te envía mensajes de texto día y noche porque necesita ayuda o tranquilidad constante, sabrás lo agotador que puede ser. A veces, uno llega al punto de agotarse.
Esto puede deberse a la fatiga por compasión o simplemente porque su propio pozo se ha secado. En cualquier caso, prefieren no hablar con nadie que seguir drenándose por el bien de alguien más que quiere que sus necesidades se satisfagan por encima de todo lo demás.
3. No sabes cómo desenvolverte en situaciones sociales
Muchas personas, especialmente las que están en el espectro del autismo, pueden tener dificultades para conectar con los demás. De hecho, es probable que hayan experimentado rechazo y humillación en numerosas ocasiones simplemente porque no entendían las sutiles señales sociales o el lenguaje corporal.
Si no tienen amigos, no tendrán que lidiar con que les llamen raros o les digan todas las formas en que no encajan. No tienen una preocupación constante y omnipresente por decir o hacer algo malo, ni tienen que estar pendientes de enmascarar y reflejar a los que les rodean para parecer “normales” (por ejemplo, neurotípicos).
Hay una inmensa libertad que se encuentra en la soledad o en las interacciones en línea, donde tienen todo el tiempo del mundo para pensar claramente en sus respuestas y pueden estimularse y autocalmarse según sea necesario, sin ser juzgados ni burlados.
En última instancia, la decisión de tener o no amigos depende totalmente de cada individuo. Sopesa los pros y los contras asociados con la amistad frente a la soledad. Luego, ten en cuenta tus propias necesidades en cuanto a conexiones interpersonales.
Recuerda que siempre puedes cambiar de opinión en cualquier dirección. Si pruebas la soledad y descubres que necesitas más compañía, entonces esfuérzate por establecerla. Por el contrario, si reduces tu círculo de amigos y sigues encontrando que son demasiado, da un gran paso atrás y céntrate en ti mismo. Al fin y al cabo, los animales y los libros también son excelentes amigos.
Además, estar solo no significa que uno esté “solo”. De hecho, puedes encontrar mucha más paz y alegría en la soledad que con una multitud de conocidos.
Tienes todo el derecho a elegir el tipo de vida que quieres vivir. Y si es una en la que eres autónomo y libre, con sólo conexiones interpersonales ocasionales que no te agoten ni te estresen, entonces sigue tu felicidad.
Preguntas frecuentes
¿Por qué no quiero amigos?
Puede deberse a experiencias negativas pasadas, agotamiento por atender las necesidades de otros, dificultades sociales, falta de voluntad para lidiar con el drama, decepciones constantes, deseo de priorizar tus propias aficiones y preferencia por la soledad.
¿Cuáles son las desventajas de no tener amigos?
- Falta de apoyo en caso de necesidad
- Solicitud en experiencias agradables
- Pérdida de motivación y responsabilidad
- Falta de perspectivas externas
- Dificultades sociales por falta de interacción
- Riesgos para la salud física y mental
¿Hay un punto medio?
Sí, puedes encontrar un equilibrio cultivando amistades que sean compatibles con tu estilo de vida y que no te agoten. Considera amistades poco exigentes que compartan tus intereses y respeten tus límites.
¿Qué debo hacer si no estoy seguro de querer amigos?
Habla con un terapeuta para explorar tus razones y encontrar la decisión que mejor se adapte a ti.