Cuando tu vida parece descarrilarse en múltiples frentes, es fácil asumir que está rota. Y tu instinto probablemente te lleve a querer arreglarla.
Pero, ¿cómo reparas tu vida exactamente? ¿Qué implica?
Revisemos algunos pasos que puedes seguir para enderezar las cosas que han salido mal:
1. Reconoce que no todo cambio es negativo
En primer lugar, es crucial reconocer que el simple hecho de que algo haya cambiado no significa que debas esforzarte por revertirlo.
El cambio es inevitable en la vida. Las cosas cambian todo el tiempo y depende de ti decidir si ese cambio es positivo o negativo.
Y no siempre es una distinción tan sencilla entre lo bueno y lo malo. Hay áreas grises y desconocidas que pueden confundir la situación.
Algo que puede parecer malo en este momento podría conducir a algo muy bueno más adelante, o viceversa.
Debes esforzarte al máximo por observar tu situación desde un ángulo lo más amplio posible, o mejor aún, desde múltiples ángulos diferentes.
Consigue una perspectiva que vaya más allá del dolor o la incomodidad inmediata del momento presente.
Es posible que te sientas terrible y pueda parecer sensato intentar retroceder en el tiempo. Pero las cosas deben avanzar, incluida tu vida; no pueden permanecer iguales para siempre.
Siéntate con este pensamiento y observa tu vida más allá de la situación actual y con una perspectiva menos emocional.
Sé realista sobre lo que realmente necesita reparación y a lo que debes adaptarte porque no hay vuelta atrás.
2. Toma acción
Si y cuando decidas que algo necesita reparación, debes tomar medidas prácticas para solucionarlo.
Debes actuar y ser decisivo para tener la mejor oportunidad de obtener un resultado positivo.
Postergar la acción a menudo hace que sea más difícil tomarla en una fecha posterior.
El dicho: “Ese barco ya zarpó” significa que las oportunidades no duran para siempre.
En el contexto de arreglar tu vida, significa que debes ser valiente, proactivo y hacer lo que se debe hacer.
Si no lo haces, es probable que las decisiones que podrías haber tomado las tomen por ti el paso del tiempo o las influencias externas.
Y las oportunidades perdidas son fuente de arrepentimiento para muchas personas porque representan algo que no se puede deshacer. Simplemente tienes que vivir con las consecuencias de tu inacción.
Entonces, para evitar esos arrepentimientos, debes actuar.
Eso no significa actuar sin pensarlo detenidamente. Significa pensar y luego llevarlo a cabo.
Si bien el riesgo no es algo que puedas evitar por completo, aún puedes tomar decisiones sensatas y racionales basadas en la evidencia, en lo que se alinea más con tus valores y en las posibles recompensas de esas acciones.
Preguntas frecuentes
¿Cómo sé si mi vida está rota?
R: Si sientes que hay múltiples aspectos de tu vida que han salido mal y que ya no funcionan como antes.
¿Qué debo hacer cuando siento que mi vida está rota?
R: Considera los siguientes pasos:
- Reconoce que no todos los cambios son malos.
- Toma medidas para abordar los problemas que necesiten ser solucionados.
- Prioriza tus problemas según su urgencia e impacto potencial.
- Tómate un tiempo libre si es posible.
- Establece metas específicas, medibles, alcanzables y relevantes.
- Sé productivo con tu tiempo.
- Organízate para mantenerte en el camino correcto.
¿Cómo puedo dejar de lado los hábitos negativos?
R:
- Identifica los hábitos que te impiden alcanzar tus objetivos.
- Desarrolla hábitos positivos que te acerquen a tus metas.
- Purga tu vida de cosas que te perjudican.
¿Cómo puedo ser más positivo conmigo mismo?
R:
- Habla contigo mismo de manera amable y alentadora.
- Visualiza un futuro mejor y cree en tus habilidades para lograrlo.
- Reescribe tu historia de una manera más positiva.
¿Cómo puedo tomar responsabilidad por mi pasado y mi futuro?
R:
- Reconoce los errores que has cometido y aprende de ellos.
- Toma posesión de tu futuro y reconoce que tienes el poder de cambiarlo.
- Celebra tu progreso y aprende de los contratiempos.