¿Alguna vez te has preguntado “por qué soy tan indeciso”? Si es así, es hora de desenterrar tus razones y trabajar en ellas. ¡Las decisiones no tienen que ser tan difíciles!
Razones por las que puedes ser indeciso
- Alguien siempre tomó las decisiones por ti.
- Te preocupas demasiado por lo que piensen los demás.
- Tienes ansiedad.
- No quieres decepcionar a la gente.
- Tus decisiones te han llevado por malos caminos antes.
- No quieres herir a otras personas.
- Piensas demasiado y haces la vida difícil.
- No estás sopesando las opciones de manera realista.
- Tienes tendencias perfeccionistas.
- Estás estresado y abrumado.
- Eres un clásico complaciente de las personas.
- Estás aterrorizado por el cambio.
- Eres una persona de “qué pasaría si”.
- No tienes confianza en ti mismo.
- Has olvidado cuáles son tus objetivos.
- Estás cargando equipaje.
- Tienes una mentalidad de escasez.
- No eres un gran fanático de la responsabilidad.
Cómo ser un as en la toma de decisiones
- Sopesa los pros y los contras.
- Visualiza los posibles resultados.
- Determina qué decisión es la mejor para ti y solo para ti.
- Recuerda que no puedes complacer a todos.
- Confía en tu intuición.
- Pide opiniones pero tómalas a la ligera.
- Comprende que algunas decisiones no saldrán como esperabas.
Ser indeciso no es algo que deba tomarse a la ligera. Ser una persona indecisa parece un rasgo de personalidad, pero podría ser el resultado de algunos problemas mayores. Si sigues preguntándote “¿por qué soy tan indeciso?”, puede haber algunas razones importantes.