¿Cuándo es normal hablar contigo mismo?

Hablar contigo mismo es un mecanismo efectivo para afrontar situaciones. En momentos de soledad, recurrimos a la única persona en la habitación en la que confiamos: nosotros mismos.

Cuando eso sucede, terminamos murmurando nuestros pensamientos en voz alta. Esto puede ser para practicar una conversación o para resolver algo que tenemos en mente.

¿Cuándo comienza el diálogo interno?

¡Desde que puedes hablar! Los niños se hablan a sí mismos y esto continúa hasta la edad adulta. Algunas personas lo hacen más que otras.

Si lo piensas bien, de todos modos hay un flujo constante de charla en tu mente; ¿por qué no verbalizarlo?

¿Por qué la gente habla consigo misma?

Hay muchas razones, pero la mayoría de ellas caen bajo el paraguas del auto-apaciguamiento o el pensamiento crítico. Aquí hay algunos ejemplos:

  • Resolución de problemas: A veces necesitas trabajar los pasos de un problema en voz alta para llegar a una solución. Escucharte a ti mismo decirlo utiliza diferentes partes de tu cerebro. Esto puede ayudarte a encontrar nuevas perspectivas sobre el problema.

  • Planificación: Muchas personas se sienten abrumadas por tareas complicadas y de varios pasos. Hablar contigo mismo mientras planificas las tareas es una técnica de organización similar a escribir los pasos.

  • Recordar: Cuando olvidas algo, discutir las posibles vías de tu memoria en voz alta puede ser muy útil. Por eso terminas preguntándote: “¿Dónde puse eso?” o “¿Qué se suponía que debía hacer de nuevo?”

  • Motivación: “Puedes hacerlo”, “Eres increíble” y “No te preocupes, superarás esto”. Estas son solo algunas de las frases que puedes esperar escuchar de ti mismo cuando necesites un pequeño estímulo.

  • Admonición: Algunas personas no pueden resistir el impulso de hablar consigo mismas negativamente. Pero también es normal, especialmente como reacción a cometer un gran error.

  • Identificación: La mejor manera de aprender algo es intentar enseñárselo a otra persona. Identificar es el proceso de aprender algo tratando de enseñárselo a ti mismo en voz alta.

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¿Cuáles son los beneficios de hablar contigo mismo?

Hablar contigo mismo no solo es normal, sino que también tiene muchos beneficios reales. Aquí hay algunos ejemplos:

  • Pensamiento crítico: El pensamiento crítico es la capacidad de evaluar situaciones y tomar buenas decisiones por ti mismo.

  • Reducción de la ansiedad y el estrés: Si alguna vez has murmurado enojado contigo mismo en tu viaje de regreso a casa después de un mal día, has participado en una charla interna para reducir el estrés.

  • Practica: No todos fuimos dotados con gracias sociales naturales. Muchas personas se hablan a sí mismas como una forma de practicar situaciones sociales en un entorno seguro, como romper con una pareja o pedirle un aumento a su jefe.

  • Resolución de problemas: Cuando te enfrentas a un problema difícil, es útil repasar todas las opciones posibles y sus posibles consecuencias en voz alta.

  • Mayor concentración: Hablar contigo mismo puede ayudarte a concentrar tu mente y silenciar la charla del exterior. Nos enfrentamos constantemente a un espejismo de diferentes distracciones en el día a día, y puede dificultar mucho la concentración.

  • Motivación: Si necesitas reunir la motivación para hacer algo, darse un discurso de ánimo es una excelente manera de hacerlo.

  • Un chequeo personal: Todos llevamos vidas ocupadas y hacer un chequeo rápido contigo mismo puede ser realmente beneficioso. Hacerlo te ayudará a comprender si estás reprimiendo emociones específicas o tratando de evitar enfrentarlas.

¿Cuáles son los diferentes tipos de diálogo interno?

Hemos discutido que hablar contigo mismo puede ser beneficioso, pero no todos los diálogos internos son iguales. Hay tres tipos diferentes. Si bien todos se consideran normales, es posible que algunos no sean tan buenos para ti.

  • Diálogo interno negativo: El diálogo interno negativo es el acto de regañarte a ti mismo en voz alta. Como ya hemos cubierto, esta práctica es muy mala para tu salud mental y autoestima.

  • Diálogo interno neutral: El diálogo interno neutral es exactamente como suena. Si te estás preguntando en voz alta qué cenarás o estás tratando de resolver un problema complicado, entonces estás participando en un diálogo interno neutral.

  • Diálogo interno positivo: El diálogo interno positivo es hablar contigo mismo para animarte y aumentar la autoestima. Se ha demostrado que esta es una técnica muy eficaz.

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¿Cuándo no es normal hablar contigo mismo?

Hemos establecido que hablar contigo mismo es normal en su mayor parte. Hablar contigo mismo se considera una señal de alerta solo si va acompañado de otros síntomas de un trastorno de salud mental.

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