Cuando pensamos en la libertad, inmediatamente evocamos libertades por las que la gente tuvo que luchar y morir: libertad religiosa, de expresión, de portar armas y más. Por ello, respondemos afirmativamente sin dudarlo a preguntas filosóficas como “¿Somos realmente libres?”.
Por supuesto que somos libres, nos decimos. Podemos decir lo que queramos, profesar la fe que deseemos (o no hacerlo) e incluso poseer armas si así lo deseamos.
Johann von Goethe, ampliamente considerado el escritor más grande e influyente de la lengua alemana, dijo: “Nadie está más esclavizado que aquellos que creen falsamente que son libres”.
La Verdadera Libertad
Si consideramos la libertad en su forma más pura, que según el Diccionario de Cambridge es “la condición o derecho de poder o de ser permitido hacer, decir, pensar, etc. lo que se desee, sin ser controlado o limitado”, ¿podemos realmente afirmar que somos libres?
Además de las libertades populares que conocemos, ¿somos libres de hacer, decir y pensar lo que queramos sin estar controlados (incluso por el miedo) o limitados?
Las presiones sociales, las expectativas familiares, las limitaciones financieras y los miedos limitan a muchos de nosotros. Actuamos no por voluntad propia, sino por obligación.
Si bien podemos ser libres de decir lo que queramos, la corrección política nos impide expresar nuestros pensamientos (a veces con razón).
Podemos ser libres de profesar la fe que queramos, pero la religión impone aún más normas y restricciones a nuestra conducta.
Nuestras limitaciones económicas nos impiden hacer lo que realmente queremos hacer cuando queremos hacerlo.
Teniendo todo esto en cuenta, ¿podemos decir que somos verdaderamente libres? Cuando tomamos en consideración todas las limitaciones de la vida, ¿qué significa ser libre?
¿Qué Significa Ser Libre?
Algunos filósofos argumentan que la verdadera libertad es imposible de alcanzar. Y aunque la idea de ser completamente libre suena agradable, en la práctica probablemente plantearía más problemas de los que resolvería.
Por ejemplo, imaginemos un mundo donde las leyes fueran opcionales. Si alguna vez has visto alguna película de “La Purga”, el concepto de libertad total puede resultar un tanto inquietante.
Pero dentro de los confines de las leyes, las normas y la decencia humana general, ¿qué significa ser libre?
La libertad puede significar cosas diferentes para cada persona. Para algunos, podría significar elegir cómo pasar su día. Otros pueden definir la libertad como la capacidad de elegir el tipo de trabajo que realizan. Para otro grupo de personas, la libertad podría significar comprar lo que quieran sin tener que preocuparse por el dinero.
Cuando ampliamos nuestra definición de libertad más allá de lo que nuestros gobiernos nos garantizan y analizamos nuestras vidas con ojo crítico, nos damos cuenta de que no somos tan libres como nos gustaría pensar.
Existen muchas normas y pautas que controlan nuestros comportamientos y regulan nuestros deseos. Tenemos responsabilidades y expectativas que restringen la forma en que gastamos nuestro dinero y nuestro tiempo. Muchos de nuestros sueños han muerto silenciosamente dentro de nosotros porque no nos sentimos libres de perseguirlos.
Dedicamos nuestro tiempo y energía a hacer lo que se espera de nosotros, rara vez permitiéndonos hacer lo que queremos hacer. Si bien podemos ser físicamente libres, nuestros roles, responsabilidades, limitaciones y miedos a menudo nos encarcelan mentalmente.
En el núcleo de la definición de libertad se encuentra la elección. A muchos de nosotros nos han quitado nuestra capacidad de elegir sin siquiera darnos cuenta. Así que seguimos la vida prefabricada que se nos ha diseñado, sin darnos cuenta nunca de que hay más en la vida fuera de nuestras jaulas doradas de seguridad.
9 Diferentes Aspectos de la Libertad
Dentro de los confines de la sociedad, ¿cómo se ve la libertad? ¿Cómo podemos ser libres física, mental y emocionalmente? A continuación, presentamos 9 formas diferentes en que podemos ser libres:
Libres de ser nuestro ser auténtico. La libertad significa sentirse cómodo siendo uno mismo. Significa saber quién eres y vivir de una manera que sea fiel a ti. No puedes ponerte una máscara diferente con diferentes personas en distintas circunstancias y pensar que eres libre. En realidad, estás aprisionado por las percepciones de quienes te rodean.
Cuando no eres tu yo auténtico, es porque te riges por la aprobación de los demás. El miedo al rechazo te está empujando a enterrar tu yo auténtico bajo la personalidad que crees que los demás quieren o esperan. Tu deseo de aprobación está haciendo que seas lo que no eres.
Para algunas personas, han interpretado este papel durante tanto tiempo que ya no saben quiénes son realmente. Han negado su yo auténtico durante tanto tiempo que han perdido todo sentido de sí mismos.
La verdadera libertad significa que eres libre de ser tú mismo con toda tu imperfecta gloria.
Libres para vivir como pretendemos vivir. La libertad significa ser libre de vivir como queramos o pretendemos vivir. Significa hacer un trabajo que te apasione. Ser libre significa trabajar porque quieres ser útil, de la manera que elijas. No significa que trabajes porque tienes que hacerlo.
Esta no es una libertad que esté disponible solo para los ricos. Está disponible para cualquiera que esté dispuesto a abandonar la comodidad y abrazar la incertidumbre. La libertad de vivir como pretendes implica no seguir el camino habitual hacia el éxito que todos los demás siguen. Para tener esta libertad, debes trazar tu propio camino.
El camino que elijas será más difícil que el camino trillado que otros usan, pero te llevará a trabajar en tus propios términos. Este camino te llevará a realizar un trabajo intencional y significativo. En última instancia, esto conducirá a una mayor satisfacción laboral y realización personal.
Libres de deudas. Las deudas limitan todas las posibilidades en la vida. No puedes deber miles de dólares y esperar una apariencia de libertad. La libertad financiera significa poder permitirte lo que necesitas y sentirte económicamente estable en lugar de estar constantemente estresado por cómo llegar a fin de mes. Con libertad financiera, puedes hacer un trabajo que amas y sentirte apasionado por él porque no estás persiguiendo un trabajo bien remunerado para intentar pagar una deuda.
La libertad financiera está disponible para cualquier persona con cualquier nivel de ingresos. No necesitas tener un patrimonio neto de millones para ser financieramente libre. Te sorprendería saber que algunas de las personas más ricas del mundo deben cantidades astronómicas de dinero.
La libertad de las deudas proviene de no sentir la necesidad de gastar de más y la capacidad de vivir dentro de tus posibilidades. Ser financieramente libre significa no tener que depender de otras personas para tus necesidades básicas, como comida y ropa limpia.
No tienes que tener varias casas y autos, o viajar a lugares exóticos para ser financieramente libre. La libertad financiera puede ser tan simple como adquirir habilidades que generen ingresos que te aseguren siempre opciones de trabajo. Incluso puede ser tan simple como ahorrar tanto dinero como puedas, para que no estés atado a un trabajo que no te hace feliz.
La libertad financiera significa opciones en muchos aspectos de tu vida.
Libres para delegar trabajo. La libertad de delegar trabajo significa ser libre de pasar tu tiempo como prefieras. Significa no tener miedo de pedir ayuda cuando la necesitas. También significa no sentirse culpable por contratar ayuda para las tareas que odias hacer, pero que de todos modos deben hacerse.
Muchas personas se niegan a delegar trabajo porque temen que otras personas no puedan hacerlo tan bien como ellas. O temen estar desperdiciando dinero contratando a alguien más para que lo haga. Así que se esfuerzan demasiado solo para asegurarse de que todo el trabajo esté terminado. Esto no ayuda a su productividad ni a sus niveles de estrés.
Ser libre para delegar trabajo significa recuperar el control de tu tiempo y cómo lo pasas. Significa capacitar a las personas para que lo hagan tan bien como tú. Esta libertad te permite tener tiempo para descansar y recuperarte. Te ayuda a concentrar tu energía en actividades que son más beneficiosas para ti.
Libres para ser saludables. Las enfermedades y los trastornos inhiben el grado en que eres libre. Si no estás tan sano física y mentalmente como puedas estar, ¿qué tan libre eres? Estás limitado a vivir una vida plena si tienes cualquiera de las muchas dolencias que resultan de las elecciones de estilo de vida, como la diabetes o las enfermedades cardíacas. Si no conviertes tu salud mental en una prioridad, podrías ser víctima de una serie de enfermedades mentales.
Ser libre para ser saludable también incluye lidiar con cualquier adicción que puedas tener. Cuando eres adicto a las drogas, el alcohol, los cigarrillos o cualquier otra cosa, esa sustancia te controla. Incluso algo tan simple como una adicción a la cafeína que te hace beber varias tazas de café todos los días para funcionar correctamente restringe tu libertad. La adicción no necesita tener un impacto negativo en tu salud para que impida tu libertad. Cualquier cosa que restrinja tu elección es una amenaza para tu libertad. Las adicciones bloquean tu elección.
Una persona libre toma su salud en sus propias manos y mejora su cuerpo lo mejor que puede. Están libres de adicciones y sus cuerpos están equipados tanto como sea posible para manejar un problema de salud cuando surge.
Libres del miedo a estar solos. El miedo a estar solo ha mantenido a muchas personas en relaciones tóxicas que deberían haber abandonado hace mucho tiempo. Liberarse del miedo a estar solo significa valorar la relación que tienes contigo mismo, ante todo. Significa ser una persona completa, sin buscar que alguien más te complete.
Cuando tienes miedo de estar solo, toleras comportamientos que no deberías tolerar. Atraes a personas abusivas porque pueden sentir tus miedos. Incluso podrían usar tu miedo en tu contra para obligarte a aceptar su trato negativo.
La libertad del miedo a estar solo significa estar libre de relaciones tóxicas, tanto platónicas como románticas. Significa amarte lo suficiente como para dejar una relación abusiva. Esta libertad significa encontrar un sistema de apoyo saludable que te ayude a convertirte en una mejor versión de ti mismo.
Libres para ponernos primero. Ponernos a nosotros mismos primero viene con mucha culpa para muchos de nosotros. O nos sentimos culpables por tomarnos el tiempo para concentrarnos en nuestras necesidades o nos sentimos culpables por “desperdiciar” fondos limitados en nosotros mismos.
Esta culpa suele ser el resultado de años de enseñanzas culturales y religiosas en contra de ser egoístas y de pensar en nuestros deseos y necesidades. Para no parecer egoístas, ponemos a cualquier otra persona y a todo el mundo antes que a nuestras necesidades y deseos. A veces incluso a perfectos desconocidos.
Si bien debe haber espacio en nuestras vidas para el altruismo, funcionar continuamente sin fuerzas para complacer a todos los demás solo conduce a problemas de salud y mentales en el futuro. La libertad de ponernos primero significa priorizar nuestro cuidado personal y nuestra necesidad de descansar y recargar energías.
Esta libertad impacta positivamente en la libertad de ser saludables. Porque al priorizarte, también estás poniendo tu salud física y mental en primer lugar. Estás siendo el defensor de ti mismo que eres para otras personas.
Libres para cometer errores. Es imposible aprender sin cometer algunos errores en el camino. Pero desde temprana edad, estamos adoctrinados con un miedo malsano a cometer errores.
En la escuela primaria, por ejemplo, después de que nos enseñan una nueva habilidad una vez, dos veces si tenemos suerte, la practicamos unas cuantas veces mediante tareas y hojas de trabajo. Si nos equivocamos en una respuesta, el maestro marca nuestro trabajo con un bolígrafo rojo brillante. Entonces, naturalmente, hacemos todo lo posible para reducir la cantidad de tinta roja en nuestro trabajo porque sabemos que la recompensa está reservada para la persona que no comete ningún error.
En realidad, los errores nos ayudan a aprender. No es probable que aprendas una nueva habilidad y no cometas errores de inmediato. Pero porque hemos aprendido a tener miedo de cometer un error o nos avergonzamos cuando lo hacemos, tememos hacerlo nuevamente en la edad adulta y fácilmente nos damos por vencidos en situaciones en las que no captamos rápidamente lo que se está enseñando.
Ahora tenemos que desaprender años de este condicionamiento mental que nos pone firmemente en contra de la mejora y el desarrollo. El miedo a cometer un error nos mantiene firmemente en nuestra zona de confort. Nos impide expandirnos y alcanzar nuestros sueños. Nos mantiene en el camino del status quo.
Cuando somos libres de cometer errores, estamos abiertos a aprender, abiertos a tomar riesgos y abiertos a encontrar soluciones inusuales. Esta libertad nos da el coraje para trazar nuestro propio camino, para salir a territorio inexplorado porque no tenemos miedo.
Libres del miedo. Una cosa que notarás con los diferentes aspectos de la libertad mencionados anteriormente es que el miedo nos impide disfrutar de la mayoría de ellos. El miedo nos mantiene encarcelados. Nos impide aceptar la incomodidad y nos mantiene encerrados en los confines de nuestras zonas de confort.
Con la libertad viene mucho desconocido. No sabemos si estamos tomando la decisión correcta al dar un paso hacia nuestra libertad. Al menos dentro de nuestra zona de confort, estamos cómodos. Puede que no seamos felices, pero sabemos qué esperar.
La libertad no nos da la misma garantía. Simplemente nos promete la oportunidad de hacer lo que no nos dejará con arrepentimientos. Vivir sin miedo no significa que el miedo desaparecerá. La libertad del miedo significa no permitir que el miedo te detenga. Significa seguir adelante incluso cuando tus rodillas estén temblando.
Esencialmente, aprendes a leer tu miedo y a diferenciar entre el miedo que te mantiene vivo y el miedo que te impide vivir tu vida plenamente.
La libertad es más matizada de lo que se nos ha enseñado o comprendido jamás. Es más que solo tu libertad de movimiento o expresión. Para ser verdaderamente libre, tu mentalidad debe aceptar el posible impacto negativo de la libertad en tu comodidad inmediata. Debes estar dispuesto a aceptar una vida de lucha y comprometerte a luchar contra el miedo.
Porque, ¿de qué sirve la libertad religiosa y política cuando nos esclavizamos a nosotros mismos por la forma en que vivimos o pensamos? La verdadera libertad personal significa poder vivir como eres, hacer lo que quieras y pasar tiempo con las personas que te agradan. Despojarse de las expectativas de la sociedad, la familia, la cultura y la religión requiere una búsqueda incesante de libertad.
La lucha por la libertad es profundamente personal, pero merece la pena.
Preguntas Frecuentes
¿Qué significa realmente ser libre?
Ser libre es tener la capacidad y el derecho de hacer, decir, pensar, etc. lo que quieras, sin ser controlado o limitado.
¿Puedo realmente decir que soy libre?
Si bien podemos tener la libertad de decir lo que queremos, la corrección política nos impide expresar nuestras ideas; podemos ser libres de adorar como queramos, pero la religión agrega más reglas y restricciones; y nuestras limitaciones financieras nos impiden hacer lo que realmente queremos hacer cuando queremos hacerlo.
¿Qué aspectos de la libertad son importantes?
Ser libre para ser tu yo auténtico, vivir como quieres vivir, liberarte de las deudas, ser libre para delegar trabajo, estar sano, liberarte del miedo a la soledad, ponerte a ti mismo en primer lugar, ser libre para cometer errores y liberarte del miedo.
¿Cómo se puede disfrutar de la libertad dentro de los límites de la sociedad?
Dentro de las normas de la sociedad, puedes experimentar la libertad al elegir cómo pasar tu día, elegir el tipo de trabajo que haces y tener la capacidad de comprar lo que quieras sin preocuparte por el dinero.
